De los peajes al IVA: todo lo que sube y todo lo que baja en 2023
La escalada de la inflación fuerza al Gobierno a bajar los impuestos para aligerar los precios de la energía y la alimentación
Con la economía estancada, las subidas fiscales a las grandes empresas y a los inversores asoman como un riesgo para la recuperación
Para un Gobierno que ha hecho de las subidas de impuestos una de sus banderas, el año 2023, año electoral, asoma como un ejercicio singular. Los partidos que configuran el Gobierno de coalición de las izquierdas han conseguido sacar adelante algunas de sus propuestas fiscales más emblemáticas, como el gravamen a los ricos o los impuestos especiales sobre las eléctricas y la banca, que venían sobrevolando la negociación presupuestaria desde 2018 pero que no habían terminado de concretarse hasta este año, pero su impacto en ingresos extra palidece ante el colosal coste recaudatorio de las rebajas fiscales para contener el precio de la luz, el gas y ahora los alimentos. El Gobierno que más ha presumido de subir impuestos va a terminar su mandato bajándolos de forma generalizada, si bien el histórico caudal de ingresos proporcionado por la inflación le ha dado un margen de maniobra sin precedentes en la historia reciente de España.
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