ESTO ESCRIBI EL AÑO PASADO SOBRE EUROVISION Y LO MANTENGO

Foto, José Ángel Miyares Valle

 

OTRO FRACASO MÁS. José Ángel Miyares Valle.

 Otro año que se me crisparon los nervios al ver el festival,  donde hay intereses políticos a la hora de clasificarse los países votándose unos a otros por amistad o negocios y soy defensor de la máxima que dice, "todo lo que toca la  política lo mancha por muy pulcra que sea la causa".

No es de recibo que  seamos un país fundador y paguemos patente de corso , que cualquier representante con cierto interés político y enchufe vaya a defendernos para dar una imagen  deplorable por la  mala canción y letra, todo puro teatro ficticio que no se lo creen ni los más infantiles que ven este circo mediático y comercial en que se ha convertido este festival, por lo que es aconsejable dejar de asistir y ahorrarse 400.000 euros de dinero público.

El bochorno de los pobres participantes engañados que hasta ese momento se creen los mejores del mundo y luego tienen que regresar a sus casas derrotados, olvidados, disgustados y con los cascotes de la bola mágica entre sus manos ensangrentadas y el cabreo de los telespectadores por ver el gran fiasco de este festival, otro año más.

Se observa que ganan personas creadas por los medios de comunicación, como las defensoras de causas sociales mediáticas  que nada tienen que ver con el arte y facultad  de cantar y tampoco se deben mezclar campañas reivindicativas con la buena canción, pues no dejan de parecerse a bufonadas como la de este año, eso no es música, es otra cosa ,pero nunca música ni armonía, es animación de fin de verbena o popurrí de bodorrio, pobre chica ganadora, qué engañada ha sido,  su carrera ha quedado destrozada por un encumbramiento que se le tornará en vértigo, pues no siempre va a poder hacer el canto de la  gallina y resultar admirada y agasajada,  eso es efímero , pasajero, tanto como el trofeo que recogió de cristal.

No hagamos creer a la gente que puede volar como Ícaro, ya que se lo pueden tomar en serio y romperse sus alas de débiles  plumas, formadas de ilusiones insufladas por gente aprovechada que solo piensa en su cartera, no jueguen con los sentimientos e ilusiones de las personas. Pues al acercarse al sol la cera de la adulación  se derrite e Ícaro se desplomó y despertó del sueño iluso de poder volar, no seas uno más.

José Ángel Miyares Valle.