Foto .José Ángel Miyares Valle
EN
ASTURIAS YA NO CANTAN NI LOS GRILLOS.
Cuando
era un niño, los que nacimos en un pueblo, no parábamos de jugar a coger flores y correr por los prados
buscando grillos cantarines, descubriendo
"ñeros de páxaros" cuando llegaba la primavera en el mes de mayo y
junio, el campo era un trino de pájaros, grillos y el cuco escondido pero cantando
en los bosques. El campo olía a primavera y el sol te iluminaba dando esplendor
a tan exuberante naturaleza llena de vida y color como era la de Asturias en aquel
tiempo, si creía que vivía en un paraíso natural.
Hoy,
pasados los años, paseas por el campo a por aquellos parajes de antaño y no se
oyen casi nada los cantos de pájaros y menos los grillos ni el cuco escondido
en los matorrales, toda ha cambiado de aquella alegría se ha pasado al ruido de los coches, aviones y nieblas
contaminantes¿ qué ha sido de aquella Asturias de la infancia?¿por qué te has
difuminado tierra querida de belleza sin par?
Recuerdo
cómo los carreteros cantaban delante de sus parejas de bueyes o vacas cuando
llevaban el carro cargado o del bar salía el bullicio de los tertulianos y echaban
algunas cantaradas, eso era muy frecuente, hoy silencio, bares cerrados, pero
hay mayores apoyados en sus cayados sentados a la sombra de algún árbol pasando las horas u
olvidados en residencias fuera de su lar, esperando la llegada del triste día
de despedida del mundo bullanguero de sus infancias.
¡Asturias de mi infancia
cuánto me acuerdo de ti, de tu belleza, encanto, alegría y colorido, te has ido
para nunca más volver, lloro por ti y por aquellos recuerdos tan bellos de mi niñez.
¡Ay, en mi Asturias del ama ya no cantan
ni los grillos.¡
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