“Me molesta lo de las damas primero”
Leticia Dolera cuenta que a veces abre la puerta a hombres y reconoce que genera mucha incomodidad. “Pasa tío…”, le digo.
La actriz, guionista y directora Leticia Dolera (Barcelona, 1981) llega sonriente a un café cerca de la Plaza España de Barcelona. Se dispone a desayunar por segunda vez y ni haberse olvidado de planchar los pantalones le quita la sonrisa.
¿De qué va la serie Déjate llevar?
¿Cuándo sale esto?
En agosto.
Ok. Pues son tres mujeres en crisis, entre los 35 y los 40. Trata del hecho de admitir que la vida no será cómo ellas pensaban que sería. Y hasta aquí puedo leer.
¿Cuál fue su momento de pensar eso?
Sufrí el tópico de la crisis de los 30 a los 27.
¿Crisis por anticipación?
Sí, ya están aquí y qué pasará, pensaba ya tres años antes. Luego llegan y no pasa nada. Solo que en vez de decir que tienes 29, pues dices que tienes 30. En los veinte no tienes conciencia de la muerte, a no ser que hayas tenido experiencias cercanas muy dolorosas. A mí, cuando se me acercaban los 30 me dio por ahí, por pensar en la muerte. Ahora lo recuerdo y me digo: ‘Pero nena, ¿tú de qué ibas?’.
Ahora tiene 36. ¿Siente ya los 40?
¡Ya! Me da que en un año me puede llegar la depre de los 40. Pero creo que las crisis hay que transitarlas y ya. Si lo haces aprendes cosas y sales, no sé si reforzada, pero tal vez sí madurada.
¿Qué quita y qué da la edad en el cine?
(Larga pausa para mordisco a bocadillo y reflexión) Bueno, el crecer sí te da… Bueno, te da lo mismo que en la vida. Aprendes a relativizar. Una supuesta sabiduría.
¿Verlas venir?
No sé, igual yo no veo venir nada. Tal vez no soy tan lista, ja ja.
Desde que dio un paso al frente en la cuestión feminista, ¿nota que la tratan distinto?
Bueno, me hacen bromas. Tengo un amigo que me contaba que en una serie, cuando había en el guion algo machista o alguien en el rodaje hacía algo machista, se decían: “¡Eh! A Leti vas”. Es curioso este tema, porque hace años este era un tema del que yo ya hablaba. “Es el año de las mujeres”, me decían cuando estaba nominada al Goya a la dirección novel. Y era la única tía. Empecé a leer sobre feminismo, y como es tan complejo e interesante, cada vez quieres saber más. Esos años, muchas preguntas de los periodistas eran sobre si me podía perjudicar tomar partido de este modo por el feminismo. Hoy me llegan mogollón de tuits de peña que me dice que estoy en el feminismo por pasta. En algunos medios, lo mismo. Joder, me hacéis luz de gas. Primero me advertís de que meterme en esto del feminismo va a perjudicar mi carrera y ahora me decís que lo hago por pasta.
¿Gestionar las redes sociales desde su posición requiere mucho autocontrol? ¿Hay que romper muchos jarrones para evitar soltar exabruptos?
Ja ja… No, no… Bueno, un poco. Pero lo relativizo. Mira, en el cole me hacían bullying por lo que ahí algo de esto aprendí. No estuvo mal para coger práctica.
¿Cómo decidió hacer un libro (Morder la manzana, Planeta) Es algo así como se despierta uno por la mañana y se dice, hala, voy a escribir un libro…
¡No! Mira, veía que en entrevistas se buscaba hacerles el lío con el feminismo a muchas mujeres para buscar el error y tener ahí el titular. Quería plasmar lo que estaba aprendiendo, juntarlo en un libro y aprovechar este altavoz que tengo yo, que no es el que tienen, por ejemplo, filósofas como Ana De Miguel.
¿Hablar de feminismo es hablar de hombres?
En realidad, sí que está bien hablar de hombres porque debe haber una deconstrucción de todos. Hombres y mujeres. Está bien que os cuestionéis y os hagáis preguntas. Muchas campañas sobre violencia machista recaen en nosotras y no. El mejor lema al respecto es el de Malena Pichot: “No viole, señor”.
¿Qué micromachismo le molesta más?
Hay uno que me sabe mal especialmente que es el de “las damas primero”. Es curioso porque lo hablo con colegas y me dicen que es solo una cuestión de educación, pero, mira, las mujeres tenemos brazos, podemos abrir puertas. Incluso a veces os las podemos abrir a vosotros. Por educación. A veces, lo he hecho, y genera mucha incomodidad. “Pasa tío…”, le digo. Hay otro que me molesta también: ¿señora o señorita? Lo veo en todas las webs cuando voy a comprar un billete de avión. Me molesta. Según esta web, ¿yo qué soy? Y bueno, el clásico del piropo, que genera mucha violencia… Guapa... ¿Por qué tienes que adjetivarme? Yo no he visto nunca a un periodista deportivo al que se le acerque un entrenador y uno le diga al otro: “¿Qué tal el partido, guapo?”
¿Se siente líder? ¿Quién le ha dado el bastón de mando?
No me siento líder para nada. Ha sido accidental. Además, creo que el feminismo huye de la forma de organización jerárquica, que es algo muy patriarcal.
MI APOYO A LA MUJER BARBUDA Y LA HOMBRE PARTURIENTO.
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