ERC celebra en la cárcel de Estremera un acto electoral marcado por la irrupción de los radicales de Hogar Social
Lo que mal empieza, no puede acabar bien y el acto simbólico con el que ERC quería cerrar la campaña del 21-D antes de la cita con las urnas del jueves en Cataluña no ha sido menos. De hecho, más se ha parecido a una escena de una película de Berlanga que a un mitin político por la independencia. Para empezar, por el escenario: un arenal a las puertas de la cárcel de Estremera -donde duermen Junqueras, Forn y los Jordis desde hace semanas-; y para terminar, por el desenlace, marcado por la irrupción de Hogar Social en el acto mientras hablaban los líderes soberanistas.
Hasta el diputado Joan Tardá -que ha venido a acompañar a Marta Rovira y al resto de dirigentes de ERC desplazados- se reía de la situación cuando ha visto a la decena de radicales de Hogar Social, pancarta en mano y grito en la garganta. «España no se rinde», coreaban mientras Raül Romeva ofrecía unas declaraciones con Estremera de fondo a los periodistas. No se ha detenido, pese a la situación, antes de volver a montarse en el único autobús -sin militantes de base o simpatizantes- que ha traído el «procés» hasta Madrid.
Dejando a un lado el sainete, el exresponsable de la diplomacia catalana ha dicho que han venido a Madrid a «hablar». «Mucha gente pide hablar y por eso hemos venido», ha añadido. «No nos han oído ni un solo mensaje de odio contra España. Mucha gente está muy disgustada con cómo se está gestionando la democracia en España. No es aceptable que candidatos pacíficos no puedan dirigirse a la gente por estar en prisión».
Por su parte, la número 2 de ERC a las elecciones catalanas, Marta Rovira, ha exigido la liberación de los presos soberanistas y ha aprovechado para lanzar un dardo a Rajoy al calificar al Estado como «demofóbico» y alérgico a la democracia. Después, la propia Rovira se ha adentrado en el centro penitenciario para visitar al vicepresidente cesado.
«Junqueras no ha podido defender sus ideas en igualdad», ha declarado. «Está en prisión por tener unas ideas perseguidas. Saben que es el mejor candidato para liderar la Cataluña del futuro, donde caben todas las ideas. No nos gusta un poder judicial en virtud de lo que uno piensa».
Al acto electoral de ERC también han acudido Carme Forcadell, Ernest Maragall y Toni Castellà. A la prisión de Estremera también han acudido varios eurodiputados, directamente llegados desde Bruselas, con la intención de visitar a Junqueras en la cárcel. Ante los medios se han quejado de que tenían los permisos para el encuentro, pero hasta el momento no lo habían podido realizar.
Poco a poco los ánimos se han ido tranquilizado en el descampado que linda con la prisión. Los periodistas han vuelto a sus labores aunque de fondo aún se escuchaba una tonadilla desde el radiocasete del coche del más abnegado defensor de la patria que esta mañana aguardaba -sin ser militante del grupo radical Hogar Social- frente a la cárcel. Bandera de España en mano ha puesto la nota musical al acto, concretamente el «Y viva España» de Manolo Escobar.
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