Así arrancan las encuestas en Cataluña.
El promedio de sondeos coloca primero a ERC seguido de Ciudadanos y PSC. Los partidos independentistas rondan el 45% de votos, dos puntos por debajo de su resultado en 2015.
El promedio de sondeos coloca a ERC como el primer partido en Cataluña: lograría alrededor del 27% de los votos. Le seguirían Ciudadanos (18,5%), PSC (14%), PDeCat (11%), Catalunya Sí que es Pot (11%), PP (9%) y la CUP (6,5%). El promedio utiliza 35 encuestas ponderadas según su muestra y su fecha.
Estos pronósticos se desvían poco del resultado electoral de 2015. La principal novedad sería la ruptura de la coalición Junts pel Sí. Si al final ERC y PDeCat concurren a las elecciones de diciembre por separado, sería ERC la formación que se quedaría con tres cuartas partes de sus votantes. La antigua Convergència —ahora PDeCat— podría acabar siendo la cuarta o quinta fuerza del parlamento catalán.
Las encuestas también dejan inalterada la fuerza del bloque independentista. En 2015, los independentistas de JxSí y la CUP interpretaron las elecciones como un plebiscito por la independencia y lograron el 48% de los votos. Desde entonces sus apoyos no han crecido.
La suma de ERC, PDeCat y CUP se mueve alrededor del 45% en las encuestas. En el último sondeo del CEO, que se publicó este martes, esos apoyos se quedaron en el 46%. En el otro lado, los partidos no independentistas se han movido desde 2015 entre el 51% y el 53% de los votos. Eso incluye a los partidos abiertamente contrarios a la independencia y también a CSQP.
El último dato de rigidez nos lo deja el CEO. En su barómetro de octubre apenas se observan transferencias de votos entre el bloque independentista y el resto de partidos. Solo un 3% de los ex votantes de Junts pel Sí dice que ahora votaría por un partido no independentista —distinto de JxSí, ERC, PDeCat o la CUP—. Tampoco hay transferencias a partidos independentistas desde PSC, PP o Ciudadanos. El único grupo algo más poroso es Catalunya si que es Pot. Un 7% de sus exvotantes votarían ahora por una formación independentista. A cambio, un 10% de exvotantes de la CUP ahora votaría por CSQP.
Tres motivos para esperar nuevos sondeos
Hay tres razones para ser cautos con los datos anteriores. La primera es que hasta el sábado no había elecciones convocadas, y sabemos que a menudo la simple convocatoria mueve a los votantes (véase las últimas elecciones en Reino Unido). La segunda razón para ir con cuidado es el clima de tensión y polarización que vive Cataluña. Es complicado encuestar así. Lo constata el propio CEO, que en su último barómetro habla de una "dificultad creciente de los encuestadores para hacer entrevistas en el contexto actual". Mi temor principal es que cambios en la "no respuesta" —las personas que prefieren no contestar las encuestas— introduzcan sesgos. Puede pasar, por ejemplo, que los votantes de partidos no independentistas sean más reacios a responder (sabemos que suelen faltar en las muestras y que se declaran menos dispuestos a hablar de política). Pero tampoco podemos descartar un efecto contrario: si los encuestadores dan por hecho que los no independentistas son más esquivos, pero estos dejan de serlo, las encuestas los sobrestimarán.
El tercer motivo de incertidumbre es que faltan encuestas. Desde el 1-O se han publicado cinco sondeos y no se ponen completamente de acuerdo.
Los sondeos de NC Report y Sigma Dos presagian malos resultados para los independentistas. Los sondeos de Gesop (para el CEO y El Periódico) los colocan, en cambio, muy cerca de sus cifras de 2015. En otras cosas las empresas demoscópicas sí coinciden: todas los sondeos colocan a ERC como el primer partido y a Ciudadanos como el líder de la oposición; todas predicen una caída de la CUP y crecimiento para CSQP y PSC.
HABRA MUCHOS CAMBIOS DESDE AQUI AL FINAL, SI GANAN LOS INDEPENDENTISTAS OTRA VEZ A EMPEZAR, A VER SI AHORA SALE LA MASA SILENCIOSA Y VOTA UNIDAD. TODO SE VA ACLARAR SOBRE EL VICTIMISMO.
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