Don Felipe ya dejó claro que «la Constitución prevalecerá; que nadie lo dude» .
El Rey se mantiene en contacto permanente con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Es toda la información que, hasta el momento, ha ofrecido el Palacio de La Zarzuela sobre el papel de Don Felipe ante la gravedad que ha adquirido el desafío separatista catalán en los últimos días. La escueta respuesta de la Casa del Rey se enmarca en la prudencia habitual de la Jefatura del Estado, que se ha visto extremada en estos momentos especialmente delicados. Pero también responde a la necesidad de proteger el margen de discreción con el que debe actuar el Monarca, cuyas gestiones no deben estar sometidas al permanente debate público, como ocurre con las decisiones de los políticos.
Junto a ese mensaje de excepcionalidad, que exige que el Rey esté en permanente contacto con el jefe del Ejecutivo, el Palacio de La Zarzuela también ha tratado de transmitir un mensaje de normalidad al mantener los actos que Don Felipe tenía programados en su agenda. Casualmente, las citas que el Rey tenía previstas en el día de ayer eran dos audiencias militares en el Palacio Real, a las que Don Felipe acudió con el uniforme de capitán general de la Armada, como mando supremo de las Fuerzas Armadas.
Al margen de estos mensajes verbales y visuales, Don Felipe sigue cumpliendo estos días con sus funciones constitucionales, entre ellas las establecidas en el artículo 56.1, que señalan lo siguiente: «El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones». Obviamente, para arbitrar el funcionamiento regular de las instituciones, Don Felipe tiene que mantener contacto con todas ellas, no sólo con el Gobierno sino también con los partidos políticos y con otros sectores de la vida institucional española. En este sentido, fuentes parlamentarias atribuyen a gestiones del Rey el acercamiento entre Rajoy y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, para hacer un frente común contra el separatismo.
Lo que está claro es que el mensaje sobre Cataluña que Don Felipe transmite en sus reuniones privadas con las distintas formaciones políticas es el mismo que ha trasladado en público en numerosas ocasiones. En uno de los alardes separatistas, el Rey afirmó que «la Constitución prevalecerá; que nadie lo dude». Y agregó que «la razón de ser y el funcionamiento de nuestro Estado democrático de Derecho así lo garantiza. Nuestro orden constitucional, los principios constitucionales en los que se basa nuestra convivencia se mantendrán plenamente vigentes. Porque la España constitucional de nuestros días es un patrimonio que nos pertenece a todos; pertenece al pueblo español en quien reside la soberanía nacional y del que emanan todos los poderes del Estado».
Según el Rey, el pueblo español «no está dispuesto a que se ponga en cuestión su unidad, que es la base de su convivencia en paz y libertad». «No está dispuesto a que se ponga en riesgo el modelo de progreso que, con su trabajo abnegado y comprometido, ha hecho posible el periodo de mayor desarrollo económico y social de nuestro país». En otras respuestas al desafío separatista, Don Felipe ha afirmado que «los principios constitucionales en los que se basa nuestra convivencia se mantendrán plenamente vigentes». «Respetar la ley es la fuente de legitimidad y la exigencia ineludible para una convivencia democrática en paz y libertad». También dijo que «nuestra convivencia no es fruto de la improvisación, sino de la voluntad decidida del pueblo español de constituir España en un Estado social y Democrático de Derecho, inspirado en los principios de libertad e igualdad, de justicia y pluralismo; y en el que todos, ciudadanos e instituciones, estamos sometidos, por igual, al mandato de la Ley».
EL REY YA TARDA MUCHO EN PRONUNCIARSE DE FORMA CLARA Y CONTUNDENTE CON LA UNIDAD DE ESPAÑA, PARA ESO ES EL REY DE TODOS LOS ESPAÑOLES Y EL JEFE DEL ESTADO,HA LLEGADO SU HORA DE HABLAR.
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