«Frágil Equilibrio», de Guillermo García López, muestra tres historias de vida que son reflejo de toda una sociedad y que crean en el espectador la obligación inevitable de cuestionarse si está haciendo lo correcto.
«Y en esos años aprendí a guardar unas miguitas de pan para alguna rata compañera. ¿Sabes para qué? Para tener algo vivo entre las paredes». El discurso pausado y humanista de José Mujica vertebra el largometraje documental «Frágil Equilibrio», dirigido por Guillermo García López y que, durante sus ochenta minutos de duración, dibuja un fiel retrato de la debilidad del ser humano, de sus miedos e inseguridades así como de la fina pared que separa el éxito del fracaso, el consumismo exagerado de la pobreza más extrema. El trabajo de Guillermo García con Sintagma Films dice mucho con muy poco: tres historias de vida que son reflejo de toda una sociedad y que crean en el espectador la obligación inevitable de reflexionar, de cuestionarse si el camino elegido ha merecido finalmente la pena.
Los discursos de expresidente urugayo supusieron el germen de «Frágil Equilibrio», una producción que no lo ha tenido fácil en cuestiones de financiación y que ha podido llegar a las pantallas gracias al crowdfunding. «Nos dimos cuenta de que el discurso de Mujica debería estar ubicado en cualquier lugar y espacio, como por ejemplo una película». La cinta de Guillermo García muestra tres historias ubicadas en tres continentes: unos ejecutivos de Tokio dedicados en cuerpo y alma al trabajo, una comunidad subsahariana en el Monte Gurugú que lucha por conseguir una vida que ahora no posee, y varias familias de Madrid que lo han perdido todo por culpa de la crisis. Solo tres retratos, pero muchas historias en cada uno de ellos.
— «Frágil Equilibrio» nos muestra un mundo que se rompe, pero para el que también hay esperanza...
El público sale feliz de las salas gracias al mensaje de Mujica, que si bien es duro siempre deja la puerta abierta a la esperanza. Es ahí hacia donde está orientado el filme. Contamos unos dramas tremendos, durísimos, pero todo tiene arreglo o, al menos, es lo que intentamos transmitir.
— Una de las historias del filme está ubicada en el monte Gurugú. ¿Qué supuso para el equipo conocer de primera mano el drama de aquellos que se preparan para saltar la verja?
Fue una experiencia impresionante. Tuvimos que hacer las entrevistas de forma casi clandestina y, por suerte, encontramos un grupo de personas que no dudó en abrirse en canal y contarnos su historia sin contemplaciones.
— Las localizaciones son uno de los puntos fuertes del documental
Eso es cierto. Las historias están ubicadas en el Gurugú, Tokio, España y Uruguay, pero lo cierto es que «Frágil Equilibrio» cuenta con imágenes de muchos otros puntos del mundo: México, Los Ángeles, Qatar, Chile, Gran Bretaña... Todo eso ha sido posible gracias a la colaboración de grandes profesionales que han trabajado para nosotros y no han dudado en salir a la calle para buscar el mejor material de recurso posible para poner imagen al discurso de José Mujica.
— Precisamente ese espíritu colaborativo es uno de los puntos fuertes de «Frágil Equilibrio»
Poner en marcha la película ha sido difícil debido, en parte, a las escasas fuentes de financiación con las que contábamos. Hemos pasado tiempo esperando ayudas públicas y privadas que no han llegado ya que competimos en un sector, el del cine, harto complicado. Por este motivo hemos tenido que recurrir a otras vías de financiación, como el crowdfunding, que no consideramos que sea el método para financiar este tipo de proyectos.
— Con todo, el crowdfunding ha sido fundamental para vosotros...
No creo que el crowdfunding sea lo correcto, pero sentíamos que teníamos que hacer ya esta película porque las historias que contamos se están viviendo en estos momentos. Sin embargo, el crowdfunding no ha sido nuestra única vía, hemos contado con Sintagma Films, una productora audiovisual fundada por Pedro González Kühn, David Guerrero Pérez y servidor. Es algo que quiero destacar porque «Frágil Equilibrio» es un filme muy coral y que ha salido a flote gracias a muchísima gente, como Marina García o David Casas. Personas, todas ellas, muy guerreras y trabajadoras que han estado más de dos años al pie del cañón.
— Ejecutivos estresados en Tokio o supervivientes que intentan cruzar la frontera en el Gurugú...¿qué historia crees que se acerca mejor al espectador?
Creo que con todas las que aparecen en la película. Cada historia es un retazo de la realidad. Cada uno de nosotros tiene algo de los protagonistas de la película porque, en realidad, todos somos semejantes. Vivimos en una especie de Torre de Babel y cualquiera puede sentirse identificado con los problemas del otro, aunque viva a miles de kilómetros de distancia.
— El filme ilustra a la perfección cómo a menudo somos presos de un consumismo exagerado...
Somos esclavos de nuestras propias carencias y el consumismo es solo un ejemplo. No es que comprar sea malo pero hay muchas cosas, como el consumismo, en las que deberíamos mantener siempre un frágil equilibrio.
— ¿Consideras que el género documental necesita un empujón en España?
Claro que sí. Lo cierto es que durante los últimos meses «Frágil Equilibrio» ha competido en festivales con documentales de una calidad excelente y con grandísimos profesionales detrás. Creo que el mundo cultural necesita ya un empujón, pues la cultura es imprescindible para cambiar el mundo.
ES EL POLÍTICO MÁS HONRADO QUE HE CONOCIDO,¿POR QUÉ NO LO TOMAN COMO EJEMPLO NUESTROS POLÍTICOS?
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