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viernes, 8 de enero de 2016

VIVIMOS SOBRE UN POLVORIN

Efectos de una bomba de hidrogeno y de una bomba atomica

¿Qué sucedería si mil bombas como la de Hiroshima estallaran en tu ciudad?

El efecto de una bomba de hidrógeno como la supuestamente probada por Corea del Norte es cientos de veces más devastador que las utilizadas en la Segunda Guerra Mundial.

Este miércoles el régimen de Corea del Norte sorprendió al mundo con el anuncio de que había probado con éxito una bomba de hidrógeno. Desde que en agosto de 1945 Estados Unidos lanzara dos bombas atómicas sobre Japón la humanidad sabe del efecto devastador del armamento nuclear, sin comparación con cualquier otro artefacto ideado por el ser humano. La energía liberada por las bombas de Hiroshima y Nagasaki fue de 15 y 20 kilotones, respectivamente. Sin embargo, la destrucción causada por una bomba de Hidrógeno sería cientos, si no miles de veces mayor.
Mientras que las bombas atómicas diseñadas en los años cuarenta se basan en la fisión de los núcleos de los átomos del plutonio o el uranio, la bomba H, o termonuclear, se basa en la fusión de los átomos de componentes del hidrógeno para generar una explosión nuclear. Es una técnica mucho más complicada y que precisa de un proceso de fisión inicial, pero que da como resultado un arma mucho más potente. Si una bomba A, comúnmente llamada atómica, al estallar libera una energía que se suele traducir en kilotones, la de este tipo de armas se mide ya en megatones (un megatón son 1.000 kilotones).
Oficialmente, la explosión más potente provocada por el hombre se produjo el 31 de octubre de 1961 cuando la URSS hizo estallar una bomba H de 50 megatones. El gráfico adjunto muestra el radio que quedaría afectado en una ciudad como Madrid por una explosión como la de Hiroshima, y por otra similar a la de la primera bomba H de la historia, la estadounidense Ivy Mike, de 10,4 megatones. La página Nukemap permite consultar en mapas interactivos un tanto macabros, pero sin duda muy elocuentes, como sería la destrucción causada por algunos de las bombas más mortíferas de la historia en cualquier ciudad del mundo.
COMENTARIO:
Hay que felicitar al género humano por ser capaz de inventar semejante atrocidad de destrucción así como también de cambiar el clima de Tierra en unos pocos años. También felicito a los primeros en demostrar la efectividad de esos artefactos en 1945 contra población indefensa con el argumento de salvar vidas de los americanos, si hubieran tirado las bombitas en zonas deshabitadas seguro que los japoneses hubieran entendido los mensajes. Ahora, bueno, desde hace tiempo, imponen a otros países que no lo han hecho ya, el no poder crear esos artefactos cuando ellos los tienen a millares. Esa prohibición debería llevar emparejada la orden de destrucción por parte de todos los países de todos los artefactos ya existentes. Eso sería lo justo, no de que unos puedan someter a todos los demás. Un día u otro acabará en que algún chiflado use de nuevo algunos de esos engendros.

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