La avería del AVE en Cataluña ha sido fruto de un sabotaje, según la policía
Los Mossos aseguran que los autores de los cortes de cables sabían las consecuencias.
El sabotaje es la principal hipótesis con la que trabajan los Mossos d'Esquadra para explicar la incidencia que ha inutilizado durante cuatro horas el tramo de la línea de alta velocidad entre Vilafranca del Penedès y Figueres, uno de los principales tramos del corredor que une Barcelona con Madrid y con París. La policía catalana intenta identificar a los autores del corte de unos centímetros de fibra óptica en los dos sentidos de marcha de la vía férrea, en la Granada del Penedès (Barcelona). En un primer momento no se descartaba que los hechos de debieran a la torpeza de unos ladrones, que podrían ser novatos y haber confundido la fibra con cobre. Esta primera hipótesis ha caído rápidamente. Fuentes cercanas a la investigación informan que los autores de los cortes de cable conocían la afectación que tendrían sus actos.
El corte en el cableado de fibra óptica ha dejado sin funcionar la línea de comunicaciones del sistema de control de tráfico de los trenes, por lo que la circulación de trenes de alta velocidad ha quedado paralizada entre Tarragona i Figueres. La avería se ha detectado en la vía 1 y en la vía 2, en el kilómetro 568, entre Vilafranca del Penedès y Gelida (Barcelona), con 143 metros de distancia entre una y otra incisión.
Fuentes de Adif, la empresa pública responsable de la infraestructura ferroviaria, han señalado que esta tarde presentarán ante los Mossos la denuncia con un relato de los hechos que también apuntaría al supuesto sabotaje. El origen de esa sospecha es que, pese a que el cable de fibra de óptica no tiene valor, se han inutilizado tanto los cables principales (uno por vía) y los dos redundantes, que son los que se montan por si el primario acaba fallando. Uno de esos cables redundantes no estaría totalmente cortado, pero sí suficientemente dañado como para que quedara inutilizado.
De cable de cobre apenas se habrían robado unos 25 centímetros, un pequeño tramo que fuentes de Adif han considerado "insignificantes". El problema era reenganchar el cable de fibra de óptica, encargado de garantizar las comunicaciones y todos los elementos de seguridad que permiten a los trenes circular sin riesgos a sus velocidades máximas.
Adif también ha informado de que ha sido seccionado el vallado que protege toda la línea ferroviaria, con un boquete de un metro de largo por 0,5 metros de ancho. Asimismo, la gestora de infraestructuras ferroviarias ha confirmado el robo de cuatro elementos de cable de cobre que se utilizan como toma de tierra, de poca longitud y que están dispuestos sobre el trazado a modo de picas.
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