El presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, acompañado de su mujer, en el momento de votar
Los sondeos dan la victoria al centro derecha, pero sin mayoría absoluta
El presidente de la República advierte que “ha estudiado todos los escenarios posibles” para encargar un nuevo ejecutivo sin mayoría absoluta.
Los sondeos realizados a pie de urna dan la victoria a la actual coalición en el Gobierno de Portugal, el centro-derecha del PSD-CDS, pero por un margen de 5-6 puntos que no le daría la mayoría absoluta, que es de 115 diputados. Las muestras recogidas, que ha difundido la televisión TVI, reflejan una diferencia de voto similar al que daban los sondeos durante los últimos días de la campaña electoral. De confirmarse esos resultados, será complicada la formación del nuevo Gobierno para el actual equipo de Gobierno, que dirige Passos Coelho.
El sondeo daba un abanico de diputados al PSD-CDS de 106-118; al PS entre 89-77; al PC, entre 20 y 12; y al Bloco de Esquerda, que según el sondeo superaría a los comunistas, entre 23 y 15. Es decir que incluso podría haber una mayoría absoluta de izquierdas, aunque muy variopinta.
Si se confirma el sondeo a pie de urna, sería la primera victoria de un Gobierno que ha aplicado las duras recetas de la troika para salir de la crisis. Ha sido el alumno aplicado de la troika y un ejemplo en boca de la canciller alemana Angela Merkel. Especialmente cuando la formación Syriza alcanzó el poder en Grecia y buscó el apoyo de los países del sur para su renegociación de la deuda. Passos Coelho se mostró absolutamente en contra de cualquier condonación a Grecia y en ningún momento apoyó los planes de Varoufakis. El líder portugués recordó que las condiciones de rescate que tenían los griegos eran mejores que la de los portugueses.
Durante estos cuatro años de Passos Coelho, tres de ellos con la troika, ha rebajado el paro del 17,5% al 12,4%; el déficit del 7,5% al 3%, según previsiones para este año, y ha privatizado empresas por valor de 10.000 millones de euros, pese a lo cual, la deuda ha subido hasta el 120,5% del PIB. Por ello, gobierne Passos Coelho o el socialista António Costa, deberán continuar con la política de austeridad, aunque suavizada.
De confirmarse la victoria de Passos Coelho, sería la primera de un político que ha aplicado fielmente las recetas de la 'troika' contra la crisis
Sin una mayoría absoluta, el presidente de la República juega un papel determinante, pues tiene la capacidad de disolver la cámara y convocar nuevas elecciones (cumpliendo ciertos plazos). El presidente Cavaco Silva advirtió el viernes que no iba a aceptar un Gobierno salido de pactos extraparlamentarios, y ayer, tras votar, fue más cauteloso. “Los gobiernos salen del voto de la Asamblea de la República”; pero ante un resultado de minorías, añadió: “Hemos estudiado todos los escenarios posibles. Solo nos falta saber cuál es el escenario que han determinado los portugueses”. Pues ya se sabe, un escenario en el que el partido con más escaños quizás no pueda gobernar.
En situación de minoría, el socialista Costa tiene más posibilidades de pactar, bien con el centro del PSD, bien con la izquierda, por radical que sea. “Hace mucho tiempo que no había unas elecciones en las que cada voto fuera tan importante”, dijo Costa en el momento de votar, “que pudiese decidir tanto nuestro futuro”.
La abstención fue la preocupación de todos los políticos. En continuo ascenso desde la Revolución de Abril, ya supera el 40%. Esta vez, además, apareció la lluvia tras meses de sequía, y se añadió un fenómeno inédito en Portugal: el fútbol en día de elecciones.
El presidente de la República no se olvidó de este detalle en su discurso a favor de participación electoral. “Entre los tareas profesionales, los compromisos familiares y la asistencia a partidos de fútbol, no dejen de ir a votar. El fútbol y el mal tiempo no son excusas para no ir a votar”. Pese a esos inconvenientes, la abstención fue inferior a la de hace 4 años, cuando se alcanzó el 41,7%. Hoy bajó del 40%.
El radical Marinho e Pinto, líder del PDR, que aspiraba a un escaño, echó la culpa de la abstención a los políticos y no al pueblo. “La culpa de la abstención no es de quien no decide no votar, sino de los políticos, que no han actuado en beneficio del pueblo. Son los políticos los que no tienen razón, y no los que se quedan en casa”.
Sí salió de casa, por primera vez en once meses, el ex primer ministro José Sócrates. En prisión desde el pasado noviembre por una investigación sobre corrupción y blanqueo de dinero, en septiembre cambió la cárcel de Évora por la casa de su exmujer en Lisboa. Ahora en prisión domiciliaria, salió para votar y se dio un pequeño baño de multitudes, feliz por comprobar la expectación que levanta, aunque sin llegar a romper el guion de la jornada. “No es día para hablar de mi situación, sino de ejercer el derecho democrático al voto”. El exdirigente socialista ya había dejado claro hace semanas que votaría, naturalmente, por su compañero de partido, António Costa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario