Un operario instala varios contadores de electricidad.
Las empresas y las urbanizaciones son las que más roban energía eléctrica
El registro de estafadores de las eléctricas incluye fábricas, hoteles y urbanizaciones
Las compañías del sector denuncian un aumento del fraude eléctrico del 40% en 2014.
En la lista negra de las empresas eléctricas hay un hueco importante para las estrellas. Las de los hoteles que engrosan los registros de estafadores confeccionados por estas compañías. Acusados de manipular los contadores o, directamente, de engancharse al tendido eléctrico; sus nombres se suman a un amplio inventario de defraudadores que "se salen de la estereotipada imagen que se difunde en los medios de comunicación", apuntan fuentes del sector. Entre ellos, numerosas fábricas y urbanizaciones acomodadas, por ejemplo, que también han querido conseguir gratis la luz. Sin pagar ni un solo euro. "En nuestro caso, de los 43.632 expedientes registrados en 2014, el 86% se abrió a consumidores que no se encuentran dentro del denominado marco de pobreza energética", explica Endesa: "La mayoría son empresas grandes".
Unas cifras similares a las que maneja Iberdrola, otra de las grandes del mercado. Sus datos concluyen que el 88,5% de los fraudes detectados —en los que se logró identificar al autor y recuperar la energía— provienen de la industria, de los servicios y de “zonas residenciales de alta electrificación”. “No pudiéndose asociar estos casos a situaciones de exclusión”, concluye la compañía. “Existe el falso mito de que son las personas en situación de pobreza energética las que realizan los enganches para pagar menos por su consumo. Pero lo cierto es que los clientes con menos de 3,3 kilovatios de potencia contratada, que son los que pueden acogerse al bono social de ayuda, no son los que más defraudan: ni en número de expedientes, ni en cuantía”, apostilla otra fuente del sector, que dibuja un perfil delictivo similar al que describen las fuerzas de seguridad tras sus intervenciones
Como la que se desarrolló, recuerda el Cuerpo Nacional de Policía (CNP), en Lloret de Mar (Girona), un municipio costero de más de 35.000 habitantes que ha encontrado en el turismo su gran motor económico. Los viajeros recorren los locales comerciales que se suceden en sus calles: tiendas, supermercados, cadenas de restaurantes... Y, en ellos, a finales del pasado año, los agentes desenmarañaron una trama que acabó con siete detenidos: los dos hombres encargados de manipular los contadores para reducir las facturas hasta un 50%; y cinco de los empresarios, dueños de ocho negocios del municipio, que habían contratado sus servicios. Su estafa alcanzaba los 50.000 euros, según cálculos de los investigadores.
El fraude eléctrico ascendió en 2014 a más de 1.200 millones de euros, según las cifras de las cinco grandes compañías del sector, que afirman que se consumieron ilegalmente entre 6.000 y 7.000 gigavatios hora. "Nunca se facturaron". Además, las tres principales empresas —Iberdrola, Endesa y Gas Natural Fenosa— iniciaron más de 160.000 expedientes de irregularidades el pasado año, casi un 40% más que en 2013, cuando se contabilizaron 117.000. "Estos robos influyen directamente en la factura de la luz que pagan el resto de clientes", explica la patronal, Unesa.
El fraude eléctrico ascendió en 2014 a más de 1.200 millones de euros, según las cinco grandes compañías
Y, también, en la recaudación. "Sustrae ingresos a Hacienda y a las autonomías", explican fuentes del sector, que subrayan cómo los impuestos sobre el consumo eléctrico equivalen, aproximadamente, al 27% de la factura energética que abona un hogar. "Esos enganches ponen en peligro la seguridad de las instalaciones y supone un fraude al resto de los usuarios, que se ven obligados a pagar la cantidad defraudada a través del déficit tarifario", sentenciaba hace tan solo unos meses el exconsejero madrileño de Economía, Enrique Ossorio, después de calcular que estas infracciones ascendían a 180 millones de euros solo en esta comunidad.
Fue entonces cuando se destapó otra de esas estafas que sobrevuela toda conversación que, dentro del sector, aborda este asunto. Ocurrió en una urbanización de Nuevo Baztán. En diciembre de 2014. En 73 domicilios de esta colonia de casas se había hecho "la magia de la luz", como se conoce en jerga policial a esta irregularidad: el 74% había manipulado el contador; el 6% lo había puenteado; y el 20% se había enganchado directamente a la red.
Aunque, de vuelta a ese aumento del 40% de los expedientes, la cifra levanta recelos entre los usuarios. La OCU denuncia que el Gobierno, a través de un decreto de 2013, bonifica a las eléctricas por la detección de los casos de fraude en los contadores. "Estas empresas son las que revisan los aparatos y, si dicen que existe una irregularidad, te acusan de manipularlo y te comunican que tienes que pagar una sanción de unos 1.700 euros. Y, si no lo haces te cortan la luz", recalca Ileana Izvernicea, portavoz del colectivo: "¿En qué se basan para acusarte? ¿Dónde están las pruebas? ¿Y si ha sido un vecino que quiere fastidiarte?”. "Al final, están ejerciendo como juez y como parte", sentencia.
LAS ELÉCTRICAS LO COBRAN A PRORRATEO A LOS ABONADOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario