Mariano Rajoy, durante una sesión de control al Gobierno, el pasado noviembre
Rajoy prepara medidas sociales para dominar el debate de la nación
La agenda social, con la ayuda por hijo como medida estrella, centra las negociaciones internas con Hacienda de cara a la sesión que se inicia mañana.
Mariano Rajoy se enfrenta mañana y el miércoles al último debate del estado de la nación de la legislatura y quiere convertirlo en una gran plataforma electoral para dar un vuelco a las encuestas y hacer que el PP recupere el paso. La Moncloa prepara desde hace semanas este debate con gran secretismo, pero las fuentes consultadas aseguran que durante el fin de semana se han ultimado grandes anuncios que planteará el presidente en el discurso inicial y que marcarán el debate, como ha sucedido en ocasiones anteriores y más cuando se acercan las elecciones.
Solo Rajoy y su equipo de asesores más cercano, con Pedro Arriola al frente, conocen esas medidas; las están negociando antes con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que es quien maneja el detalle del presupuesto. Montoro está siempre pendiente además de la supervisión de la Unión Europea, puesto que España tiene que cumplir unos estrictos compromisos de déficit. Pero fuentes del Gobierno y del PP aseguran que entre los múltiples anuncios la clave estará en la agenda social y en avances en cuestiones del plan de familia; especialmente en la asignación por hijo a cargo, que ahora es una de las más bajas de la UE —24,25 euros al mes— y está limitada a los hogares que ingresan menos de 11.519 euros brutos anuales.
El Gobierno ya ha aumentado las deducciones por hijo en la reforma fiscal, pero las organizaciones de familia, un colectivo sensible para el PP y muy molesto con la retirada de la ley del aborto, reclaman un aumento de esta prestación hasta niveles europeos, unos 100 euros al mes.
Desde hace meses, en especial tras la elección de Alfonso Alonso como ministro de Sanidad y Servicios Sociales, Rajoy ha dado la orden de volcarse en la llamada agenda social del Gobierno. Después de años de durísimos recortes y aumento de la desigualdad —España tiene uno de los mayores índices de la OCDE— el Ejecutivo ha sufrido un enorme desgaste y la oposición ha logrado colocar la injusticia social como elemento clave del debate político.
Tanto el PSOE como IU y Podemos centran en esta cuestión sus ataques al Gobierno y lo volverán a hacer en el debate del estado de la nación. Pedro Sánchez, líder del PSOE, colocó ahí el foco en su reunión del pasado sábado en Madrid con dirigentes socialdemócratas de toda Europa.
Para contrarrestar esa imagen de Gobierno de la desigualdad, Rajoy prepara con gran secretismo algunos anuncios y también un discurso muy optimista sobre la recuperación económica, con el que tratará de mejorar las expectativas electorales del PP.
Medidas que apelan al bolsillo
C. E. C.
El debate del estado de la nación es un gran examen anual a la gestión del Gobierno y a la situación del país, pero ha sido usado también tradicionalmente por el Ejecutivo para anunciar medidas estrella, generalmente de tipo económico o fiscal. Estos son algunas de los últimos años:
2002. Presidente: José María Aznar. Rebaja fiscal para pymes y del IRPF en algunos tramos.
2007. Presidente: José Luis Rodríguez Zapatero. Cheque-bebé: ayuda de 2.500 euros por hijo, sin distinción entre familias por razón de renta.
2009. Zapatero. Ordenadores portátiles para todos los alumnos de enseñanza obligatoria a partir de 5º de primaria. Rebaja fiscal para pymes.
2011. Zapatero. Cambios en la ley hipotecaria frente al drama de los desahucios.
2014. Rajoy. Rebaja de cotizaciones por contrato indefinido y exención del IRPF a 1,5 millones de trabajadores.
Los populares siguen sin remontar en las encuestas —el último CIS les daba una ligera bajada— a pesar de la mejoría de algunos datos económicos, y están especialmente inquietos con el ascenso de Ciudadanos, un partido que sí compite en su espacio, al contrario que Podemos. Rajoy necesita el debate del estado de la nación como gran plataforma electoral en la que intentar dar un giro a la imagen de su partido, su Gobierno y la suya, hundida hasta el punto de que el 86% de los españoles encuestados señalan que tienen “poca” o “ninguna” confianza en su presidente.
Desde hace semanas, La Moncloa ha pedido ideas a varios ministerios para llenar el debate del estado de la nación de anuncios impactantes. Lo habitual en estos casos es que lo que se anuncia allí acabe en el Consejo de Ministros siguiente, esto es, el viernes.
Los ministerios de Hacienda —en especial con nuevas ayudas fiscales a emprendedores, aunque hay muchas más propuestas encima de la mesa—, Economía, Empleo —se quiere desarrollar el pacto alcanzado entre Rajoy, los sindicatos y la patronal para una nueva ayuda a parados de larga duración—, Sanidad y Asuntos Sociales —con el plan de familia— y también Justicia, con nuevas leyes para agilizar la labor de los jueces y sobre todo la reducción de las polémicas tasas, son los que más han trabajado. Todo está en La Moncloa y allí decide el equipo más cercano de Rajoy, con Arriola al frente pero también con Jorge Moragas, el jefe de gabinete, y Álvaro Nadal, el jefe de la oficina económica, encargados de ultimar las medidas y el discurso.
Además de los anuncios, Rajoy hará previsiblemente un balance triunfalista de sus tres años de Gobierno —siempre con la coletilla de “aún queda mucho por hacer” para evitar el exceso de optimismo que tanto le critica la oposición— y volverá a prometer que será implacable contra la corrupción, un asunto que no se prevé central en este debate pero que sí ha provocado un desgaste enorme al presidente.
COMENTARIO:
Yo me pregunto si a estas alturas de la película aún hay personas que puedan confiar en un gobierno que durante tres largos años nos ha estado machacando en todos y cada uno de los sectores sociales de España. No han respetado nada ni a nadie, han despreciado a la sociedad y escondidos detrás de la mayoría absoluta se han dedicado a desmantelar el sistema laboral, la Sanidad, la Educación, los avances en igualdad, han destrozado las ayudas a los dependientes, la Justicia a pasado a ser un lujo para el pueblo y la investigación y el desarrollo no existen más que de manera testimonial, los enfermos de hepatitis C se mueren mientras el ministro del ramo se pierde en planes y negociaciones, la pobreza ha aumentado como solía hacerlo en el tercer mundo y los antaño desprestigiados mileuristas son ahora envidiados. ¿Y por un discurso y el reparto de una migajas en el debate del estado de la nación vamos a vender nuestro voto a quien tanto daño ha hecho y está haciendo?
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