El nazismo y el fundamentalismo islámico (teocrático y terrorista) tienen una particularidad en común: es que uno de los artículos fundamentales de su credo (pregonado por sus profetas y aceptado por sus masas) es que la paz perpetua es una pesadilla. (¿Cuánto durará esta nueva paz?). El sueño de las huríes y el martirio es la guerra santa. Una guerra santa hasta el total exterminio de la cultura occidental representada en Israel. Siendo este santificante terrorismo parte integral de la Sharía en el "Califato Islámico": territorio universal para su guerra de terror contra otras ramas del Islam, religiones no musulmanas, y los judíos en especial. El fedayín que se sacrifica, piensa que las mayores virtudes de «"Mi lucha" (Mein Kampf) contra la cultura occidental sembrando el terror» son: valor, renunciamiento, fidelidad al deber y disposición a inmolar la propia vida en un acto terrorista. Así que teman los infieles occidentales de Europa, aprendan donde está el peligro nazi en la actualidad y dejen de ser su quinta columna. Por el contrario, la cultura de defensa en Suiza y en Israel son similares: Suiza no tiene ejército porque todos los ciudadanos en su diversidad, son reservistas de su milicia preparados para su defensa; prácticamente ocurre lo mismo con las Fuerzas de Defensa de Israel, donde hay gentes de todo género, etnia o religión. Así que díganme: ¿de qué bando escogen ser: del bando nazi o del antinazi?
La gente se pregunta: ¿cómo es capaz el pueblo judío de realizar el holocausto que esta sucediendo en Gaza? Holocausto: una «Gran matanza de seres humanos» (pero si el experto quiere llamarlo genocidio, no será este diletante quien entre a la diatriba con él). Sin embargo la respuesta a la pregunta es obvia si no se está cegado por un virtuoso fanatismo ideológico. Se lo explicaré: Hannah Arendt afirmó en su momento que, según sus investigaciones: «El porcentaje de supervivientes entre los judíos que se alzaron en armas contra los nazis fue bastante mayor que el porcentaje de supervivientes entre los que no lo hicieron». Así que, aprendida la lección, ahora se dicen a sí mismos: tal como éramos no seremos. ¡Ojalá! Lo dijeran también los árabes palestinos, porque los nazis no eran los israelíes, sino la ultraderechista, teocrática y terrorista Hamás. Por eso el pueblo israelí está decidido a no ser lo que fue, espero que los palestinos de bien no acepten nunca más ataques terroristas de nazis islamistas como Hamás (¡Ojalá! tarden en llegar, pero llegarán).
¿Estaremos nosotros dispuestos a no ser lo que éramos cuando nos ataque frecuentemente el terrorismo nazi islamista que ya nos atacó: a España y a la UE? ¿O seremos cobardes apoyando a los islamistas para caerles bien y que no nos ataquen?
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