Estimado lector, estimada lectora, mientras lees el titular te oigo susurrar: "¿Qué me dices? ¿Qué todas las personas de nuestra ciudadanía somos responsables de lo que está ocurriendo en Gaza? ¿Que quieres echar sobre nuestros hombros la responsabilidad de ese horror, de la muerte de más de 57.000 personas? ¿De la inhumanidad de asesinar a cientos de personas, incluidas menores de edad cuando van a recoger algo de comida para no morir de hambre? ¿Somos responsables de muertos y heridos cuando bombardean escuelas u hospitales? ¿Somos responsables de que asesinen a personal sanitario que intenta mantener algunos cuidados en hospitales, porque quizá atienden a "sospechosos" de simpatizar con una organización antiisraelí?
Te oigo decirme: "Si sigues echándome la culpa de los males que ocurren en el mundo, si sigues defendiendo a los verdaderos responsables de todo esto, voy a dejar de leer esta carta y haré cualquier otra cosa".
Perdona, entiendo tu enfado. Es lo mismo que sienten y me reprochan familiares, amigos, compañeros y personas decepcionadas e irritadas ante tanta falta de humanidad en conflictos actuales.
Yo no quito la menor responsabilidad a los Estados, a los dirigentes políticos, a quienes están al frente de las organizaciones y las empresas, especialmente de las grandes. Es más, comparto contigo que todas estas personas y organizaciones son responsables de la mayor parte de este desastre que vivimos. Estoy de acuerdo contigo en que su responsabilidad va más allá del 70%, del 80% . . . quizá hasta el 90%,95%.
¿Qué nos queda de responsabilidad al común de los mortales? Seguro que no más allá de un 0,0000000001%. Y yo me pregunto, de esa pequeñísima parte, ¿qué responsabilidad tengo de actuar, de contribuir a que las cosas cambien?
Mi respuesta es que tengo el 100% de responsabilidad de actuar sobre ese 0,0000000001% del que soy responsable.
Busca cómo puedes hacerte cargo de tu pequeñísima parte de responsabilidad y actúa.
Si yo y tú y tú y tú y tú . . .aceptamos esa nuestra pequeñísima responsabilidad y actuamos en consecuencia, quizá algunas cosas en el mundo puedan cambiar.
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