La política actual tiene muchas analogías con parábolas del Nuevo Testamento que tanto juego dan a quienes son creyentes. Pongo como ejemplo la parábola del fariseo y el publicano, que resume perfectamente la deriva en la comisión del desgraciado accidente en la mina Cerredo.
Resulta curioso que la plural, democrática, transparente y bienaventurada izquierda política, en voz política del acrónimo Inútiles Unidos, entonan el mea culpa y se llenan de virtuosismo y pulcritud cuando habían rechazado, por oportunismo de la derechona, la innecesaria apertura de la comisión. Ahora abrazan el "penitenciagite" y se convierten en bonhomía ofreciéndose, los tres pastorcitos, a ser vector para que la sociedad no les perciba como molestos oportunistas. ¡A buenas horas! ¡Cuánta falsedad! Una vez que se insulta, por mucho que se pida perdón públicamente, el pensamiento interior no se adivina. Es como cuando nos hacían cantar el "Cara al sol" y balbuceábamos cualquier cosa antes que llenar el aire del contenido tan poco edificante del himno.
En anteriores cartas ya expresé mi opinión sobre el futuro de la comisión sin tener que utilizar argumentos de sociólogos, ni ser viviente perpetuo de la política. La izquierda, cuando se cuelga piel de ovejita y además la corteja el silencio del desnortado Partido Sin Orden Establecido, es que estos echan carbón en escondidas calderas políticas. ¡Siempre es igual!
La pediatra se ha encontrado con el inicial enfado y la regañina y ahora es cortejada por la virtuosa posición de aquellos que se han sentado "a la derecha de Dios Padre". Bien es cierto que la derecha del Voy Ofreciendo Xiringüelo político demostró la torpeza de sus dirigentes y no ha sabido jugar las cartas. A su vez, el Penoso Partido ni siquiera sabe jugar porque no hay nada peor que repetir cartel en las filas de una organización. ¡Mala posición tiene la pediatría!
Llegados aquí, quisiera ensalzar el proverbio del Sr. Zapico. Y es que, cuando "el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros", nada mejor que escuchar a este señor. La frase, por él pronunciada, quedará en los anales de la historia política y en los convenios colectivos de los sectores productivos. "Aprovechando que en mayo los días son más largos y tenemos más tiempo para hablar". Nunca una frase fue tan concluyente y profunda. Nunca un mes ha sido tan provechoso en política. Se aprecia que este político no trabajó a turnos o en jornadas continuas.
Termino con el concepto de hipocresía y nula dignidad que tienen en su piel muchos políticos. Viene a colación con los wasaps del encerrado en el castillo de la Moncloa por amor a su Begoña. No es que se defiendan con espionajes. No es que las cosas cambien según lo saque la derecha o la inocente izquierda. El debate está en un Sr. que nos gobierna colocando amiguetes en el sector público y que defiende a un personaje que será presidiario, salvo error. Lo indignante es comprobar la capacidad de insulto para quienes no piensan igual que él desde la prepotencia del púlpito. Lo bochornoso es ver la mesnada, hecha Tezano, y defender sus virajes oportunistas para seguir en el palacete. Si lo anterior es grave, escuchar a una ministra que, siendo insultada por su "jefe" como "pájara", permanece en el puesto, no dimite y aún defiende a quien la insulta, se abren varias preguntas. ¿Qué diría la izquierda plural si esto lo dijese un directivo de una empresa hacia una trabajadora? ¿Si esto se lo envía otro partido u otras personas, se pondría igual de digna? ¿Y, como mujer, es así como defiende el insulto de un hombre hacia el colectivo? ¿Qué tienen que decir los diferentes sectores de la izquierda, tan escandalizada cuando simplemente se llama guapa a una nefasta vicepresidenta del Gobierno? "¡Perdónalos, porque no saben lo que hacen!".
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