Crimen en la oscuridad de la pandemia: cinco años sin pistas ni testigos

«Tengo que salir». Las últimas palabras que dijo David a su madre. Fue encontrado muerto con signos de violencia. Un lustro después nada se sabe de quién asesinó al joven en Laguna de Duero (Valladolid)

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«Tengo que salir». La frase que resuena y machaca cada día en la cabeza de Lorena. Son las últimas palabras que le dijo David, su «niño». Era en la madrugada del 15 al 16 de abril de 2020, en pleno confinamiento por la pandemia del Covid-19. Se habían ido a la cama tras cantar el 'Cumpleaños feliz' a su hermana, pero por algún motivo que no han logrado averiguar ni la familia ni los investigadores, el joven se marchó y jamás volvió. No pudo. Tenía 18 años. Murió a apenas doscientos metros de su domicilio de forma violenta: lleno de golpes -uno en la cabeza- y varias puñaladas. Cinco años han pasado desde entonces y no hay día ni hora que esta madre a la que este lustro le ha caído como una losa no se pregunte «por qué» y «quién o quiénes» acabaron con la vida de su hijo, el primero de tres, el que «me enseñó todo de ser madre», a quien seguía uniendo un «vínculo muy especial» que de golpe se rompió.