La esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, continúa sin hablar, ya sea ante el juez instructor o en la comisión de investigación de la Asamblea de Madrid. Bueno, en este último lugar se permitió leer un panfleto que le habían escrito para autoindultarse de sus presuntas fechorías corruptivas y delictivas.
Eso sí, no aportó ni una sola prueba para dar fe a lo que decía. El Gobierno, el PSOE, su marido incluido, defienden su inocencia y manifiestan que son únicamente bulos, falsedades, pero tampoco presentan ni una sola prueba para consolidar lo que con tanta perseverancia aseguran.
Con lo fácil que es decir la verdad, señora Gómez, aunque es algo que su esposo no sabe lo que es y tal vez la haya contagiado, y así aclararlo todo de una puñetera vez. Presente sus títulos, sus actividades empresariales, sus contratos, sus facturas, su declaración de la renta, y detalle sus colaboradores y contactos de orden profesional para que corroboren su declaración. Es así de sencillo.
"La que calla otorga", y usted permanece callada como una puerta. "La persona que no contradice de conveniente manera, no presenta objeción alguna y se mantiene callada da a entender que consiente y hasta que muestra su aceptación sobre lo que se está diciendo sobre ella".
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