Las élites globalistas introdujeron el covid en nuestras cabezas colectivas a través de la prensa y la televisión y, aunque no pudiéramos sentirlo ni verlo, se volvió muy real, moviendo fronteras con tal fuerza que resultó imparable, pero para su desgracia, esa estrategia propagandística ya se ha agotado y no pueden repetir jugada con una terrorífica guerra nuclear, la verdadera guerra nuclear no es invisible.
¿Fingirán entonces que una bomba nuclear explota en una ciudad? ¿O tal vez en algún lugar oscuro del que nadie ha oído hablar y que los contaminantes radiactivos nucleares tóxicos e invisibles obliguen a todos a encerrarnos en nuestras casas durante veinte años, hasta que pase? ¿Vendrá Trump al rescate en plan salvador? ¿Salvará Musk el día? ¿Dejará RFK de añadir azúcar de palma a la Coca-Cola?
De esa manera tiene todo el sentido lo del palo y la zanahoria. El palo es asustar a la gente con historias sobre una guerra nuclear que está a punto de ocurrir, y la zanahoria es que "el gobierno global se asegurará de que esto no vuelva a suceder".
Y mientras, el ciudadano, al borde del síncope coronario.
No me digas que crees realmente que antes de 2024 no existía ninguna condición que justificara el lanzamiento de una respuesta nuclear a un ataque de un país no alineado de la OTAN.
No me digas que crees de verdad que si esto fuera un verdadero enfrentamiento Este-Oeste con riesgo de aniquilación nuclear real, cualquier miembro de la OTAN o un representante de la OTAN dispararía cualquier cosa contra Rusia.
La cooperación Este-Oeste promueve ahora un falso enfrentamiento nuclear, igual que la cooperación Este-Oeste promovió hace cuatro años una falsa pandemia, y no deberían reconocerlo solo los "negacionistas", también los que creyeron a pies juntillas y se lamentaron más tarde.
Siempre, cuando en el pasado se produjeron auténticas crisis nucleares, recuérdalo, se desactivaron lo antes posible, así que a otro perro con ese hueso.
Espero que algún día dejemos de tragarnos cada historia improbable o imposible que nos cuenten, como si fuéramos niños en edad preescolar.
Esta es una crisis nuclear falsa, una versión de los Hermanos Marx lanzando misiles desde una máquina de vapor, una crisis nuclear donde ninguna de las viejas realidades se aplica y cualquier vieja tontería servirá, siempre que suene aterradora.
Por lo tanto, no tiene sentido para alguien medianamente observador y crítico ignorar a primera vista que las élites globalistas son extremadamente inteligentes, más inteligentes que la mayoría de las personas en este planeta. Y no lo dudes, ¡quieren vivir!
Echas un mirada a nuestra historia reciente y confirmas que todo lo que tenemos ahora son mentiras y falsedades, y detrás, los idiotas estúpidos y destrozados que las creen y hasta hacen apuestas para elegir su ciudad o pueblo para la aniquilación nuclear.
Tal vez sea hora de hacer una película taquillera en Hollywood que muestre a alguien ayudando a los niños de Gaza frente a un genocidio terrorista con bombas.
Como dijo Aleksandr Solzhenitsyn: "Nos hemos olvidado de Dios. Por eso ha sucedido todo esto".
Saludos cordiales.
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