Imaginen que los insultos que le regalan Pedro y sus ministras útiles (todas feministas, se dicen) a Isabel Díaz Ayuso (mujer) por lo que hizo su novio antes de conocerse se lo dijeran a alguna de ellas, saltarían chispas contra el machismo estructural imperante de cualquier parte.
Sobre los delitos del novio la justicia debe actuar, pero en un país donde los papeles de Panamá y otras investigaciones pusieron al descubierto "patriotas y muy patriotas" que tenían dinero en paraísos fiscales y otros defraudadores al descubierto, entre ellos presentadores y directores de cine que van dando lecciones de honradez; jefes de Estado, actores, periodistas, cantantes, deportistas... En fin, ustedes mismos. Ya sé que lo malo no justifica lo peor, pero no estoy justificando al novio de Ayuso, que pague por todo y más, como así debieran haber pagado los antes nombrados y no irse de rositas pagando con dinero que les sobra, en muchos casos salido y cobrado de nuestros impuestos. Hablo de hipocresía general. Qué decir de este Gobierno dejando impunes delitos y despilfarros de dinero público a los del procés solo para aferrarse al poder. Es de un despelote todo que hasta da risa relatarlo.
Luego tenemos otro tema peliagudo, que si no va más allá es por estar implicados Sánchez, Illa y Pablo Iglesias, como es el tema de la residencia de ancianos. A Ayuso le tocaría lidiar con un protocolo criminal y cruel, aunque eran tiempos que nos desbordaban a todos, se morían médicos, no había ambulancias, y los hospitales estaban, no saturados, a reventar. Y quizás todo aquello les hizo tomar aquella cruel decisión de no hospitalizar a los ancianos de las residencias, como por edad y abandono, en muchos casos de los propios familiares, como que tenían menos derecho a la posibilidad de hospitalizarse y curarse por edad y debilidad (muy cruel, ¿verdad?), ya que impedían a otros más jóvenes hacerlo. Por más reflexión que le doy al respecto, me duele la mente por ser incapaz de justificar ese proceder. Debemos perdonar, fueron momentos de mucha incertidumbre, estábamos desbordados todos. Ahora bien, aquí viene lo más asombroso, por aquellas fechas salió en rueda de prensa el vicepresidente del Gobierno central, Pablo Iglesias, asumiendo toda la responsabilidad de las residencias, con lo cual Ayuso sí, pero Sánchez, Illa e Iglesias también deben ser responsables máximos.
Sobre las residencias ya dijimos mucho, pero la hipocresía de todos aquí reluce más que el sol. Muchos familiares, al venir la pandemia, llevaron para su casa a los suyos, para protegerlos y estar con ellos. No me vale ahora, hablo por algunos, que lloren lo que no han de llorar y denunciar. Entiendo que muchos por trabajo o imposibilidad no puedan hacerse cargo de familiares, pero otros son capaces de pasear y llevar de vacaciones al perrito baboso y dejar a su madre y abuela abandonada en una de esas residencias indecentes que hasta la comida les racionan. Aquí tampoco Sánchez y su Gobierno influyen mucho en hacer decentes esos lugares con inspecciones en condiciones. Mucha hipocresía de todos nosotros.
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