PERIODISMO DE PESEBRE.
"España es el único país del mundo en el que se venden más periodistas que periódicos".
Una frase memorable.
Como no sé exactamente quién la dijo, solo darle la enhorabuena al creador, atinó de lleno.
No se extrañen que las Cortes Generales las dominen corruptos, delincuentes, fugados, amigos de etarras e independentistas; con unos políticos que se prestan a ese pacto indecente sin pudor, dando impunidad y prebendas a todos ellos.
Comprar el poder es corrupción, hacerlo a delincuentes es doble indecencia institucional. Pues ahí tenemos a más de la mitad de medios y periodistas tragando por pura subsistencia. La otra mitad son arbitrarios para el otro lado, la que nos espera si ganaran los otros, pocos quedan independientes y obligados a criterio propio como marca su código deontológico.
Recuerden: sin medios y periodistas libres y valientes, no hay democracia que se sostenga. Deben ser quienes fiscalicen el poder, quienes velen por libertades y derechos. Quienes informen con valentía, seriedad, responsabilidad y siempre con la verdad, sin manipulaciones y sin fuentes sin contrastar.
Cuando un periodista se convierte en activista, mejor se dedique a la política, ya dejó de ser periodista.
De ser el cuarto poder, pasó a ser marioneta del poder establecido, de ideologías y arbitrariedad. ¡Piénselo bien!
Solo pedir perdón a esos pocos que quedan desempeñando su profesión como buenamente pueden donde el mercado laboral de medios los dominan multinacionales con líneas editoriales ideológicas casi obligadas y multitud de medios digitales que subsisten a duras penas. Por ello, el próximo Gobierno (espero encarecidamente que no sea de Sánchez) debe ponerse de inmediato a una ley de prensa donde puedan ejercer con total libertad y bien remunerados los profesionales de la información. Un saludo.
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