La neurociencia explica por qué la víctima puede quedarse paralizada durante una violación
No gritar ni luchar no lleva implícito el consentimiento. El miedo y la amenaza bloquean los circuitos neuronales, lo que debería ser tenido en cuenta por las leyes
¿Somos libres para decidir? Esto dice la neurociencia
La víctima de La Manada, una joven de 18 años violada en grupo en un portal durante los Sanfermines de Pamplona en 2016, no gritó ni se defendió. No peleó, no arañó, no mordió ni pataleó cuando se le abalanzaron encima. Tampoco trató de salir corriendo. Este fue uno de los puntos más controvertidos del caso, que la defensa intentó utilizar a su favor, aunque finalmente los cinco acusados fueron condenados por violación por el Tribunal Supremo.
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