La farmacia Llabrés, un palacete, locales y un huerto: la herencia menorquina de 10 millones a los Reyes
Los Reyes inauguran 'su' botica en Ciutadella legada en herencia por el empresario Juan Ignacio Balada / Felipe VI reconoce que fue «una sorpresa».
Miguel Seguí Prats «falleció en la paz del Señor» en noviembre de 1918. El farmacéutico de Ciutadella «fue un hijo digno de la memoria de los buenos», según rezaba su esquela. Los vecinos de este municipio menorquín aún recuerdan su triste historia. Murió por la 'gripe española' tres días después que su madre, también por la misma enfermedad. La botica de Miguel pasó entonces a manos de su hermano Bartomeu, que la vendió a Gabriel Martí en 1925, y este último la traspasó en 1926 a Catalina Llabrés, la señora Nina. Fue cuando se renombró como Farmacia Llabrés, regentada desde entonces por la primera mujer farmacéutica de la Isla hasta su muerte. Casi cuatro décadas después de su cierre, la farmacia ha vuelto a abrir. Ni Seguí ni Llabrés; en el pueblo ya es la 'botica real'.
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