Ucranianos al este del país: «Estamos huyendo a toda prisa»
Alrededor de las 3.00 de la mañana una cascada de fuertes explosiones despertaron a los vecinos del este del país, Rusia habría lanzado la ofensiva militar contra Ucrania
Esta misma madrugada inició lo que todos temían: la invasión militar de Rusia a Ucrania. Las sanciones económicas de Occidente no fueron suficientes para que Vladimir Putin diera marcha atrás a su objetivo de invadir la región del Donbass, que comprende las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, al este de Ucrania.
Alrededor de las 3.00 de la mañana una cascada de fuertes explosiones despertaron a los vecinos de Kramatorsk, una ciudad ubicada en el óblast de Donetsk a tan solo 40 kilómetros del frente que separa a los rebeldes prorrusos de las Fuerzas Armadas ucranianas.
«Estaba durmiendo junto a mi esposa y mi hija de cuatro años en casa cuando escuché las explosiones. Las desperté enseguida, cogimos los bolsos que habíamos dejado empacados por si algo sucedía y nos subimos en el coche lo más rápido que pudimos», comenta Olaxey Palchenko, un arquitecto de 37 años.
Su esposa lleva nueve de embarazo y bajo esas condiciones tienen que huir al oeste del país, para ellos la ciudad de Lviv es una buena opción.
«Si las tropas rusas cruzan la frontera la mayoría de los ucranianos tendremos que huir al oeste y después a Europa. Europa afrontará una gran ola de refugiados», comenta por mensajes de voz Palchenko mientras conduce al otro extremo del país.
El ex soldado hace una radiografía de los planes de los vecinos de la ciudad de Kramatorsk, pero asegura que serán los mismos de todas las ciudades fronterizas a Donetsk y Lugansk: «Están las personas que se quedarán a luchar, para ello han comprado armas y municiones en tiendas de cazería; los que como yo recogieron sus cosas y compraron gasolina para huir a Lviv; los que se quedarán porque no creen en la ocupación rusa y los que no tienen recursos económicos para huir».
El Ejército ruso se encuentra a las puertas de la segunda mayor ciudad de Ucrania, Járkov, ubicada noreste del país. Anna Chauman, profesora de 31 años vive allí, pero cuando comenzó la ofensiva rusa se encontraba con unos periodistas belgas cerca del óblast de Donetsk. «Estábamos durmiendo y empecé a escuchar a la gente salir corriendo por los pasillos del hotel. Tuvimos que huir a toda prisa y ahora vamos conduciendo lo más rápido que se puede al otro lado del río Dniéper», asegura a ABC.
Chauman tiene a toda su familia en Járkov y se muestra preocupada: «Estoy aterrorizada por lo que pueda pasar. Ellos están pensando a dónde pueden huir, pero no hay lugar seguro ahora mismo», sentencia.
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