El mercado eléctrico español recibe al futuro Gobierno totalmente desbocado. El pasado domingo, duplicó el precio del resto de países.
El mercado eléctrico español va a recibir al nuevo Gobierno con una volatilidad extrema en los precios. El endémico vaivén que sufre el pool español -donde se negocian los grandes contratos de suministro-, se ha convertido en estos días en una pavorosa montaña rusa.
En cuestión de horas, ese mercado eléctrico mayorista es capaz de sufrir subidas del 100%. De los 30 euros por megavatio que marcó el pasado jueves se ha disparado por encima de los 50 euros durante este fin de semana (ver gráfico adjunto).
Sólo el mercado italiano y, en menor medida, el griego, sufren oscilaciones equivalentes, aunque en ningún caso tan bruscas como las del español. Con todo, lo más negativo del pool en España no son sus drásticas variaciones, sino que, por regla general, sus precios se sitúan sistemáticamente en la parte alta de la tabla, en relación a los precios que marcan los homólogos europeos.
El pasado domingo, el precio del pool en España llegó a duplicar a la mayoría del resto de países europeos. Ayer, la brecha entre España y el resto, aunque menor, seguía siendo especialmente relevante. El precio por megavatio hora producido se aproximaba a los 60 euros, casi 10 euros más (un 20%) que los precios que marcaba el mercado mayorista italiano, tradicionalmente el más caro de Europa, junto a España.
No hay una sola razón concreta que explique el vaivén de precios del pool en España, uno de los problemas que más suspicacias ha levantado siempre ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Cada cierto tiempo, este organismo ha puesto en la diana de sus investigaciones el funcionamiento del pool.
En él se casan los precios de la electricidad, entre las empresas que generan la luz y las que la compran para su distribución. Esos precios se usan luego como referencia para fijar parte del recibo que pagan los usuarios finales. El peso del pool en la factura eléctrica ronda el 50%. Otro 50% son los denominados peajes, que cubren conceptos como los costes de las redes de distribución y transporte, y los pagos, o primas, a las instalaciones de renovables.
Sensibilidad electoral
Los precios de la luz son uno de los asuntos electorales más sensibles de cualquier Gobierno, porque afecta a 28 millones de contratos. El Gobierno del PSOE, que acaba de ganar los comicios generales, anunció una serie de medidas en la pasada legislatura para amortiguar las fuertes subidas que se estaban produciendo. Alguna de esas medidas, como suprimir alguna tasa a la generación, ya ha vencido y está pendiente de ser renovada.
Otros anuncios, como una revisión en profundidad de los mecanismos que rigen el pool, aún no se han llevado a cabo. Técnicamente, no hay consenso sobre qué es lo que hace subir y bajar el pool y provoca oscilaciones tan abruptas como las que se registran en España. Entre otras cosas, porque las empresas tienen a analizar el problema sólo desde una óptica: o desde la defensa a ultranza de las renovables o en favor de la generación eléctrica clásica.
Renovables, presas y gas
El pasado domingo, por ejemplo, cuando se disparó el precio, se registró una producción eólica robusta, con tasas de más del 23% de todo el mix de generación. El problema es que las presas hidráulicas cayeron al 6% y hubo que recurrir a ciclos combinados, que funcionan con gas y cubrieron el 14% de la demanda. Es cierto que son más caros pero, sin ellos, el sistema se hubiera colapsado.
ES EL DOBLE DE CARA QUE LA DE ALEMANIA Y FRANCIA Y NUESTROS SALARIOS SON EL DOBLE MÁS BAJOS¿QUÉ PASA?
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