Jóvenes salen una oficina de empleo en la localidad sevillana de Bollullos de la Mitación
El mercado laboral volvió a frenar en noviembre con una caída del empleo de 47.449 afiliados.
El paro registrado baja en casi 2.000 personas pese a la reducción de cotizantes.
El mercado laboral volvió a frenar en noviembre. Tras un muy buen mes de octubre, en que se batió un récord en el alza empleo, el mes pasado se enfrió. La afiliación media a la Seguridad Social cayó en 47.449 cotizantes con empleo, un 0,25% menos, según el Ministerio de Trabajo. La cifra total queda así en 18,94 millones de afiliados. El paro registrado, por su parte, sí bajo. Poco, pero bajó. El número de inscritos en las oficinas públicas de empleo se redujo 1.836 personas, hasta quedar en 3,25 millones. Es el primer noviembre en que baja el paro desde 2015.
Los altibajos del mercado laboral están sorprendiendo este otoño. En octubre se creó más empleo que nunca en ese mes. Noviembre, en cambio, ha dado un disgusto mayor del previsto. Esos casi 47.500 afiliados menos son el peor dato desde 2013. Tras estos vaivenes más fuertes de lo esperado, está un sector con un comportamiento muy estacional como la agricultura que el mes pasado destruyó casi 10.000 empleos y el anterior había ganado más de 30.000.
Aunque a los malos datos del mes pasado, contribuyó sobre todo la finalización de los contratos en la hostelería. El final definitivo de la campaña veraniega ha supuesto la caída de más de 110.000 afiliados en esta rama de actividad. Y eso no ha sido compensado por otras como la educación o el comercio, que ganaron menos empleo entre ambas.
Al contrario de lo que sucedió en la Seguridad Social, el paro registrado tuvo un comportamiento ligeramente positivo: bajó en 1.836 personas, hasta quedar en 3,25 millones. Es el primer noviembre en que baja el paro desde 2015.
Como ya ocurrió en octubre, el desempleo y la afiliación no tuvieron un comportamiento acompasado, es decir, bajó el número de ocupados y, en cambio, descendió también el de parados. Esto se explica por varios motivos, uno de es la población activa, las personas en edad y disposición de trabajar o con trabajo. Si este grupo baja bastante, puede darse el caso de que aunque también baje el empleo, la caída del paro le supere.
Hay otro elemento que influye mucho en esa disparidad aparente: la Seguridad Social es una estadística de la Tesorería de la Seguridad Social y el dato que suele usar es la afiliación media a lo largo del mes. Por su parte, el paro registrado es un dato procedente de los Servicios Públicos de Empleo que facilita el número de inscritos el último día del mes.
El comportamiento de la afiliación el mes pasado devuelve al mercado laboral español a la senda de la desaceleración lenta. Aunque la tendencia sigue siendo de un crecimiento a un muy buen ritmo. Lo que sucede es que cuando estos datos se comparan con los muy buenos de 2016 y, sobre todo, de 2017 sí que se observa un ligero freno. Por ejemplo, en los últimos 12 meses el aumento de cotizantes ha sido del 2,87%, es justo el mismo porcentaje que en septiembre y vuelve a situarse por debajo del 3%, cota que se había recuperado en octubre.
Eso se ve en casi todas las actividades, cuando se compara al detalle la evolución anual de cada rama respecto de lo que sucedía el año anterior se ve que han perdido fuelle, salvo algunas con poco peso específico. Entre las que están notando la desaceleración económica está la industria, un sector que depende más que otros de la actividad exterior y las exportaciones. También se está resintiendo la construcción. Entre ambas, suman más de dos millones y medio de afiliados solo en el régimen general (el de los asalariados). Y si a ella se añaden la hostelería y el comercio, otras que se dejan algo de impulso, el volumen total de cotizantes supera los 6,3 millones de personas, un tercio del total del mercado laboral.
NO OLVIDEN LA TECNOLOGIA QUE ESTÁ DESTRUYENDO MUCHOS PUESTOS DE TRABAJO.
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