El PSOE sube a la primera posición y el PP se distancia de Ciudadanos.
El bipartidismo se refuerza y supera por 20 puntos a la «nueva política».
La formación de Rivera retrocede al tercer lugar tras la moción de censura.
La llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa ha caído como una bomba en el tablero político. Las tendencias de voto conocidas hasta ahora han saltado por los aires y a partir de este momento se abre un escenario electoral que nada tiene que ver con el de hace unas semanas. El PSOE ha pasado de ser el tercer partido nacional, estancado y alejado de la victoria, a situarse en primera posición y como referente claro de la izquierda, según el último barómetro de GAD3 para ABC. Al mismo tiempo, el Partido Popular se mantiene a pesar del mazazo que ha supuesto para él la moción de censura, y puede ver cómo su principal competidor hasta ahora, Ciudadanos, pierde fuerza y retrocede 4,5 puntos tras la moción de censura.
El «bipartidismo», entendido como hegemonía de los dos grandes partidos tradicionales en España, no solo no ha muerto, sino que ha tomado fuerzas renovadas con el cambio inesperado en el poder, que a su vez ha dejado descolocadas a las formaciones de la «nueva política», Ciudadanos y Podemos, que quedan 20,2 puntos por debajo del PSOE y el PP. La victoria electoral vuelve a ser cosa, una vez más, de los dos grandes, aunque es cierto que la época de las mayorías absolutas quedó muy atrás. Gane quien gane, seguirán siendo imprescindibles los votos de los «nuevos», pues un pacto entre PSOE y PP sigue siendo pura utopía en España.
Nuevo Consejo de Ministros
El barómetro de GAD3 se realizó los días 7 y 8 de este mes, con 800 entrevistas. Es decir, es la primera encuesta que se hace con Sánchez ya como presidente, y tras hacer públicos los nombres de todos sus ministros. El electorado recibe al PSOE con un margen de confianza: los socialistas ganarían ahora mismo las elecciones con un 28,8 por ciento de estimación de voto, 6,1 puntos más que en los comicios de junio de 2016, y 5,1 puntos más que en febrero pasado, cuando era el tercer partido.
El PSOE obtendría 118 escaños, el mejor resultado del partido desde las elecciones de 2008. Superaría al obtenido por Rubalcaba en 2011, cuando se quedó en 110. Su porcentaje de voto está por debajo del que logró el PP en 2016, cuando ganó en las urnas con un 33 por ciento, pero supera por una décima al de los populares, con Rajoy a la cabeza, en diciembre de 2015. En ese momento, el PP ganó con un pírrico 28,71 (123 escaños) y se abrió un largo periodo de bloqueo político.
El PSOE ganaría con estos datos, pero necesitaría pactar y cuenta con dos opciones, parecidas a las que tenía en la moción de censura. Por un lado, podría reeditar las alianzas «Frankenstein», con un total de 178 votos, aunque en este caso los tres que obtendría Bildu serían imprescindibles. Por otro, los socialistas sumarían mayoría absoluta con Ciudadanos, una posibilidad que Ferraz puede empezar a cuidar desde ahora.
Tras la decisión de Rajoy
El Partido Popular ha aguantado el golpe recibido sin derrumbarse. La encuesta se realizó justo después de que Mariano Rajoy anunciara su marcha como presidente del partido y abriera el proceso de sucesión. Los populares conservan sus posiciones, con un 25,6 por ciento de estimación de voto, traducidos en 101 escaños. Son dos décimas menos que en la encuesta de febrero, y sigue lejos del 33 por ciento de las elecciones de junio de 2016, pero la parte positiva para el PP es que se despega de Ciudadanos y aparece como alternativa más clara al PSOE.
En el nuevo escenario que se abre con el aterrizaje de Pedro Sánchez en La Moncloa, el partido de Albert Rivera retrocede hasta el 21,1 por ciento de estimación de voto, 4,5 puntos menos que en la encuesta de febrero, pero 8 puntos más que en las elecciones de 2016. Ciudadanos sigue estando fuerte, aunque el reajuste del cambio político le ha situado en tercera posición. El varapalo parece mayor por la fuertes expectativas que se había creado, ya que llegó a aparecer como partido ganador en las encuestas. En este momento obtendría 70 diputados, frente a los 32 que tiene ahora mismo en el Congreso.
El retroceso de Ciudadanos se entiende por la «devolución» de votantes al PSOE, tras el anuncio de un Gobierno que ha gustado a la parte del electorado del partido naranja situada más en el centro izquierda. Los votantes de Ciudadanos procedentes del PP siguen estando en la formación de Rivera, que ha absorbido un millón de votos populares desde las elecciones, según la estimación del presidente de GAD3, Narciso Michavila.
Desplome de Podemos
Con estos resultados, el centro derecha ya no sumaría mayoría absoluta en la Cámara Baja, pero tampoco la izquierda, ya que el PSOE y Podemos solo llegarían a 152 diputados. El desplome de los de Pablo Iglesias parece imparable. Los socialistas han recuperado aproximadamente un millón de votantes que le dieron la espalda y apostaron por el partido morado.
Podemos, cuarto partido nacional, según la encuesta, se queda en un 13,1 por ciento de estimación de voto, y solo 34 diputados. En las elecciones de 2016, los de Iglesias llegaron al 21,1 por ciento, con 71 escaños. En menos de dos años perderían más de la mitad de su representación parlamentaria. Los que apuestan por la «nueva política» en España empiezan a concentrarse mucho más en Ciudadanos que en un Podemos al que la buena marcha de la economía, y la llegada del PSOE al poder, le pasa factura.
En el resto de los partidos destaca la subida de ERC, que sigue ganando posiciones y alcanzaría los 13 diputados, mientras que la antigua Convergencia se quedaría solo con 5, los mismos que conservaría el PNV.
En la encuesta asoman la cabeza dos partidos que pueden tener cierto protagonismo en las europeas, y que lucharán por obtener al menos un representante en las generales: el Pacma, con un 1,4 por ciento de estimación, y Vox, con un 1,1 por ciento.
¿CUÁNTO TIEMPO VA A MANTENER ESTA POSICIÓN?
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