El paro le costará este año al Estado 17.000 millones de euros
Es lo que tendrá que pagar por prestaciones y subsidios de desempleo. En el peor año de la crisis pagó casi el doble
Diecisiete mil millones de euros es, en números redondos, lo que el paro le costará este año al Estado. Es lo que tendrá que desembolsar entre todas las prestaciones por desempleo que paga a quienes perdieron su puesto de trabajo y todavía están dentro del plazo –y de los requisitos- para beneficiarse de alguna de las pagas que protegen a los parados.
Esos 17.000 millones son una factura considerable. Pero, pese a lo abultado de la cifra, es prácticamente la mitad de lo que desembolsó el Estado que en los peores años de la crisis. En aquel momento, el desempleo no solo desangró economías familiares; también puso al desnudo los excesos de gasto estructural del sector público. El desempleo se convirtió no solo en un problema social, sino también en un indigesto coste para las arcas del Estado justo cuando andaban más apuradas por el déficit y la deuda pública –la etapa de la prima de riesgo peligrosamente desbocada-.
El récord de gasto público por prestaciones de desempleo se dio entre 2009 y 2013. En ese quinquenio, el Estado tuvo que desembolsar por ese concepto más de 150.000 millones de euros. Baste un dato para hacerse a la idea del impacto que eso supuso en las arcas públicas de España: en 2010, el gasto en prestaciones por desempleo ascendió a 32.238 millones de euros, el doble de lo que recaudó por el Impuesto de Sociedades aquel mismo año, poco más de 16.000 millones.
La «factura» de la crisis
El coste del paro se disparó en un espacio de tiempo muy corto. La crisis se manifestó con tal crudeza que la lista del paro crecía al galope mes tras mes. Y, con ella, el número de prestaciones por desempleo. En 2007 cobraron esas pagas poco más de un millón de parados; dos años después, en 2009, ya había casi dos millones y medio de perceptores.
La nueva etapa de recuperación económica que arrancó en 2014 ha reducido el paro. Eso ha aliviado la «factura» que el Estado tiene que pagar por las prestaciones de desempleo. Pero en la reducción de este coste también ha habido otro motivo añadido: cada vez es mayor el porcentaje de parados que no cobran ninguna prestación por desempleo, bien porque no han trabajado lo suficiente para tener derecho a esas pagas, bien porque han agotado el tiempo máximo que podían cobrarlas.
En los cinco últimos años, el número de beneficiarios de prestaciones por desempleo se ha recortado un 44,8%, pese a que el paro se ha reducido mucho menos, en un 29,6%.
En estos momentos, en torno al 56% de quienes están en el paro cobran la prestación por desempleo o, en su defecto, los subsidios o ayudas. Sin embargo, en 2010, esa tasa de cobertura alcanzaba al 78,4% de los desempleados que había en España, 22 puntos más que ahora.
Más subsidios que prestación
Además, de los que actualmente cobran por estar desempleados, solo el 39% perciben la prestación por desempleo -lo que, en sentido estricto, se conoce popularmente como «cobrar el paro»-. Del resto de beneficiarios, la mayoría cobran el subsidio de desempleo, una paga de categoría no contributiva sino asistencial.
Tras esa paulatina reducción, ahora hay del orden de un millón y medio de parados cobrando algún tipo de subsidio o prestación por desempleo. Y la cifra sigue yendo a menos. Aún así, está muy por encima de la que se daba antes de que estallara la crisis. De hecho, durante muchos años, la lista de beneficiarios de prestaciones o subsidios por desempleo estuvo por debajo del millón. Así fue entre 1998 y 2003, mientras que entre 2003 y 2007 el número de perceptores fue subiendo, en aquellos años porque el «boom» económico hizo aumentar la población activa a más velocidad que lo que crecía el empleo. Pero fue en 2008, al estallar la crisis, cuando se desencadenó la indigesta escalada del paro y del gasto en prestaciones.
El gasto cae mes a mes
De los más de 32.000 millones de euros que tuvo que pagar el Estado en 2010 por prestaciones y subsidios de desempleo, se ha pasado a los 17.474 que tuvo que desembolsar el año pasado.
Para este 2018, los Presupuestos Generales del Estado han reservado una partida de 17.410 millones de euros, pero todo apunta a que el gasto real será claramente inferior. De hecho, el número de perceptores se ha reducido un 1,3% entre el primer trimestre de 2017 y el primero de este 2018. Y esa tendencia puede ser todavía más acusada de aquí a final de año. De momento, entre enero y marzo el Estado ya se ahorró 60 millones de euros en prestaciones y subsidios de desempleo respecto a lo que abonó en el primer trimestre de 2017.
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