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miércoles, 19 de noviembre de 2025

EXTERMINIO DE LA HUMANIDAD

 Cuando empecé a interesarme por el antinatalismo, hace bastantes años, supuse que sus defensores serían perdedores y marginados. Ya sabe, esos hombres a los que les encanta hacer de "abogados del diablo". Incels disfrazados de filósofos, y adolescentes de 14 años que acaban de descubrir a Nietzsche.

Bueno, estaba a punto de cumplir 30, y soy de las que intentan hacer lo correcto. Quería saber si tener un hijo, en este planeta en llamas, era lo correcto, pero nunca pensé que llegaríamos al punto degradante en el que estamos.

El Gobierno español pretende, supuestamente, politizar este asunto intentando crear una "lista negra" de objetores de conciencia al aborto, al exigir registros en un plazo límite de tres meses, de los médicos que se nieguen a realizar ese crimen en España.

La iniciativa surge tras una normativa que obliga a todos los hospitales públicos españoles a realizar abortos, y busca facilitar el acceso en zonas donde es difícil encontrar médicos dispuestos a realizar el procedimiento que mata al bebé.

¿Quién puede obligar a ciudadanos particulares a inscribirse en un registro que ni siquiera el Tribunal Constitucional exige como condición? ¿El derecho a objetar no es un derecho constitucional? Para Díaz Ayuso, sí. Para la señora ministra Mónica García, no.

Puestos a crear listas, ¿por qué no crear una "lista" de médicos que sí deseen practicar abortos y eutanasias, que sería la opción más lógica?

Vivimos entre bárbaros a quienes no les importa la vida humana en el útero, ni conocen las barbaridades que se cometen con un ser indefenso, todavía vivo.

En la Biblia se adoraba al dios maligno Moloch, a quien se sacrificaba ritualmente en el fuego al primogénito de los cananeos. Los adoradores modernos de Moloch proponen el aborto como algo compasivo y se ponen sentimentales al destruir la vida humana en el útero, incluso si esa vida es viable o capaz de vivir fuera de la madre.

No creo que nadie niegue (salvo Bibiana Aído) que lo que hay en el vientre de la mujer embarazada, sea cual sea el periodo del embarazo, es un ser humano. Eso es lo que enseña la ciencia: que el fruto de la cópula entre delfines es un delfín, entre camaleones es un camaleón, entre carpas es una carpa, y entre humanos es un humano. Por lo tanto, el aborto, o cualquier forma de terminar (no interrumpir, ya que no se puede reanudar) con una vida humana, es un crimen.

Luego está ese infausto eslogan feminista "mi cuerpo mi elección", que vale, por ejemplo, para que una mujer elija abortar, pero no vale para que elija no vacunarse.

Mi posición es algo más radical y también más exigente: proclamar hasta que me tomen por loco que el aborto no es una opción, sino un crimen. Repetir hasta que me condenen que la madre no tiene derecho a abortar, sino la obligación de dar a luz. Vestirme de profeta y advertir a los pocos que me lean o escuchen que este «progreso» -el del aborto, la anticoncepción y la eutanasia- acaba sin remedio en un despeñadero.

Si la ley permite terminar con la vida de un ser humano (más de cien mil cada año en España), dependiendo de las circunstancias, ¿qué nos diferencia de los nazis o los comunistas? Únicamente la definición de cuáles son las circunstancias en que ese crimen es aceptable.

¿Y quién defiende en España que, salvo en el "aborto terapéutico", sí tenemos derecho a acabar con la vida humana? Pues, básicamente, todos los partidos del arco parlamentario, ya que todos ellos están a favor de que usted y sus familiares puedan vivir únicamente si cumplen determinadas circunstancias... que pueden cambiar, y cambian, cuando ellos lo deciden. ¿A cuál de ellos va a votar?

Encuentro el aborto rechazable, pero eso no es un argumento en absoluto. Con tantos métodos anticonceptivos, ¿por qué el aborto es un problema? Creo que si el nonato no puede sobrevivir por sí solo sin la madre, es asunto de las madres; si puede sobrevivir sin la madre, entonces es asunto de la sociedad.

Solo seamos honestos con el lenguaje: el derecho a abortar es el derecho a terminar con la vida de otro ser humano. Y solo Dios lo tiene.

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