ESCLAVITUD EN LA EMPRESA.
Todo se debe a que no
funcionan bien los sindicatos porque son unos irresponsables y van a favor del
sol que más calienta, son unos vendidos si más y ante un sindicalismo vividor de subvenciones del gobierno no hay nada que hacer,
los salarios son pequeños, de miseria para trabajadores pobres y tenemos los sueldos de hace 2010 sin evolucionar en el
poder adquisitivo, así que con estos salarios de miseria no se puede pensar en el futuro de
una familia independiente , pues bien hay empresas grandes que son las mayores explotadoras
de los asalariados por lo general, explotan
al personal a trabajar semi-esclavos,
los estruja como de higos pasos se
tratara y cuando ven otras personas más jóvenes
los sustituyen después de haber quemado a
los trabadores como esclavos en su mejores años y los echan a la calle con el mobbing laboral para
no indemnizarles esperando que ellos abandonen por depresión llegando a echarlos
si esto no les resulta con un despido improcedente
con cuatro perras de nada, con un mes por año trabajado como mucho con la promesa de darles un buen informe para
que el trabajador no se revuelva, lo que le obliga a callar para ser contratado
con mucha suerte por una nueva empresa, ese
aval es el chantaje de su silencio y todo esto es debido a la negligencia de un
sindicalismo sucio, corrupto y mafioso, pues ahí está la falacia de la izquierda que dice que hay que reducir
jornada pero no hablan de pagar bien a
los trabadores que se dejan la piel por
la empresa y de la seguridad del trabajador
en la empresa como es debido, con el dictador esto no ocurría ¿y esto es
progreso y democracia y aquello la dictadura? Comparen. En otro orden de cosas
me asombra la notica en el ABC de que Almeida, alcalde de Madrid coloca
“pulseras centinelas” para que las mujeres no sean violadas con vertido de
elixir del amor en las copas en los bares y pubs esto es una locura ¿a dónde
hemos llegado con tanto sinvergüenza? ¡vaya progreso ¡con la dictadura esto no
pasaba, yo dormía con la puerta de mi casa abierta sin problema alguno. Es la
opinión de un delegado sindicalista durante 22 años.
José Ángel Miyares Valle.