Bruselas detecta daños en las empresas de países con límites más estrictos al uso de efectivo como España
La Comisión Europea fija reglamentariamente un tope común de 10.000 euros en toda la UE tras detectar distorsiones en el mercado único por este causa
Seis de cada diez españoles dicen que cada vez es más difícil acceder al dinero en efectivo
La entrada en vigor, el pasado 9 de julio, del nuevo reglamento europeo contra el blanqueo de capitales ha instaurado por primera vez en la Unión Europa un límite máximo común para los pagos en efectivo en transacciones comerciales, que se situará en un cuantía de 10.000 euros. La Comisión ha venido argumentando durante todo el trámite de esta norma que una de las razones para fijar esa referencia común, que no obstante no se prevé que sea plenamente operativo hasta el año 2027, es que las diferencias regulatorias entre los países miembros han erosionado lo que en la jerga comunitaria se denomina 'level playing field', es decir, el equilibrio del mercado interior europeo, socavando la igualdad de condiciones «en detrimento de las empresas ubicadas en estados con umbrales más estrictos».
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