MUY MAL VAMOS
De todo el acecho que nos circunda no podemos escapar, probablemente ni del móvil que oye nuestras conversaciones, ni de la inteligencia superficial, digo... artificial, ni de la propaganda engañosa, ni de la mentira institucionalizada, ni del poder del dinero, que lo domina todo, ni del ambiente desmadrado en esta generación, etc.
Supongamos que el padre de un joven quinceañero observa en él la deriva hacia el egocentrismo y la violencia. ¿Se peleará contra el sistema para rescatarlo de una de esas vidas que mejor hubiera sido que no hubieran existido? Bueno... se propone un plan, y comienza por intentar frenar esa violencia, luego ya veremos cómo sacarlo un poco de sí mismo.
Ha venido observando que casi todo a lo que está enganchado el chaval transmite violencia, violencia que se quedará en la mente y en el alma, y que después se manifiesta en abusos en el instituto, en la calle, o en la familia misma, y eso es lo que va a intentar restringir a partir de ahora, incluso las películas o series de asesinatos en la tele, que no faltan ningún día. Lo que no puede restringir... es el móvil cuando no está en casa, y lo que no puede evitar son las noticias demoledoras que nos llegan a cualquier edad en cualquier momento, dejándonos sin esperanza de futuro. ¿Pensamos que tendrá éxito con su buen intento, o aumentarán los problemas haga lo que haga?
Creo que la respuesta sincera nos deja una perspectiva desalentadora. ¿Qué pues?, eeeh... según la IA no se sabe cómo, pero todo va a cambiar por un esfuerzo titánico de los poderes políticos, los poderes religiosos, el mundo de la enseñanza, la comunicación, el de la familia, aunque la meta sea criar hijos a cambio del piso; es decir: dándoles el tiempo que cuesta dinero. Pero claro, todo eso antes de que el calentamiento global haga imposible cualquier plan regenerador o vivificador; y para eso... ya es tarde. Aunque si alguien lo quiere intentar, tiene mi admiración y mi respeto, y la de algún otro. ¡Ah!, y también: “Porque cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará... Así es que no desistamos de hacer lo que es excelente, porque al debido tiempo segaremos si no nos cansamos” (Gálatas 6:7-9). Ánimo, porque ¿qué futuro nos espera si no lo intentamos?
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