Economía admite que el plan del Gobierno para los fondos UE ha generado frustración a las empresas
El número dos de Nadia Calviño defiende el Plan de Recuperación como «el más ambicioso de las últimas décadas» y compara su importancia con el plan de estabilización del franquismo o el proceso de entrada en la Unión Europea.
El secretario de Estado de Economía y principal responsable del Gobierno en materia de políticas de apoyo a la empresa, Gonzalo García Andrés, ha admitido este miércoles durante una conferencia en el Club Diálogos para la Democracia que el modelo escogido por el Gobierno para seleccionar los proyectos en que se va a invertir el grueso de los fondos europeos «ha generado frustración en las empresas» y ha subrayado que el Ministerio sigue viendo como fundamental la colaboración con la empresa privada para cumplir los objetivos planteados en el Plan de Recuperación.
El número dos de Nadia Calviño ha explicado que el esquema de 'manifestaciones de interés' puesto en marcha por el Ejecutivo, en virtud del cual las empresas han confiado a los ministerios los proyectos de inversión que podrían desarrollar en cada una de las ramas de actuación definidas por el Gobierno dentro del Plan de Recuperación y en las cuales se han apoyado las autoridades gubernamentales para definir las convocatorias, ha generado a muchas empresas la sensación equivocada de que ya les daba acceso a las ayudas europeas cuando no era así y eso, dice, les ha generado frustración.
El Gobierno ha recibido en el marco de estos procesos miles y miles de propuestas de proyectos, que en su inmensa mayoría no tendrán cabida en las inversiones del Plan de Recuperación ya que los fondos destinados a cada una de las políticas palanca, como las ha definido el Ejecutivo, son limitados y no todos van a ser ejecutados por el sector privado. De hecho, buena parte de esos recursos se van a ejecutar desde lo público, desde su entramado de sociedades mercantiles, organismos autónomos y otras entidades.
Desde el mundo empresarial ya se advirtió de que esto podría ocurrir. Uno de los elementos que más reservas provocó en el tejido empresarial del proceso de configuración de los grandes proyectos estratégicos sectoriales del Plan de Recuperación, los famosos Perte, fue el tener que desvelar al Gobierno proyectos que en muchos casos ya estaban en marcha sin saber a ciencia cierta si finalmente obtendrían el respaldo de los fondos europeos y en el marco de un proceso en el que también participaban sus competidores. Mientras que en el ámbito de las pequeñas empresas lo que se cuestionó es que se obligara a diseñar proyectos de inversión, con el coste económico que ello conlleva, sin tener la certeza sobre si su desarrollo entraría o no en el plan gubernamental.
El secretario de Estado de Economía ha relativizado los supuestos problemas de ejecución del Plan de Recuperación. Ha reiterado el relato gubernamental de que el Gobierno ha autorizado 22.000 de los 24.000 millones previstos en los Presupuestos de 2021, aunque la realidad es que sólo ha sacado convocatorias por menos de la mitad de ese importe, y ha asegurado que en el primer semestre de este año se sacarán convocatorias por más de 22.000 millones de euros. «Lo importante es invertir bien. La mayoría de los problemas estructurales de las economías vienen de errores en procesos de inversión y esta oportunidad no la podemos dejar pasar», ha dicho.
García Andrés ha definido el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia alumbrado por el Gobierno como el plan de reformas más ambicioso afrontado por España "en las últimas décadas" y lo ha emparentado en términos de su poder transformador con la economía con los grandes hitos del país en materia económica del último siglo como el Plan de Estabilización del año 1959, la entrada de España en la entonces denominada Comunidad Económica Europea en 1986 o la entrada en la Europa del euro.
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