YO NO ME VACUNO POR MI CONCIENCIA

 NO SE PUEDE PERMITIR

No es por el peligro de trombos. Ni por el miedo a los efectos secundarios desconocidos a largo plazo, al tratarse de unas vacunas atípicas que pudieran afectar al ADN de las personas, y sobre todo al ARN, en un plazo largo de años...

No me vacuno porque los ensayos clínicos se realizaron sobre células madre derivadas de otros miles de generaciones de células madre que pertenecen a (cientos de millones) de niños abortados en su etapa embrionaria. Y yo (con mi conciencia) estaría siendo un hipócrita después de pasarme la vida luchando contra la pena de muerte genocida que acaba cada día con la vida, en todo el mundo, de cientos de miles de vidas inocentes e indefensas porque los estados no quieren promover el Humanismo Provida, facilitando una educación crítica que lleve a las personas a conocer el milagro que ocurre en los embarazos -cómo el feto se reproduce a velocidad abismal, para en nueve meses pasar a ser un recién nacido fascinante en todas las posibilidades de sus potencias- y, en los casos más graves de rechazo maternal, ofrecer las adopciones -y la asistencia social, económica, médica y psicológica, gratuita, para que puedan llevar adelante el embarazo no deseado- a las madres en apuros que sufren la mayoría de las veces el egoísmo machista, ya sea por violación o por falta de compromiso a la hora de luchar por sacar a los hijos adelante.

Me gustarían que se pronunciasen las autoridades eclesiásticas, como lo ha hecho el cardenal Cañizares (Valencia), y por eso pido a mi obispo, fray Jesús, que el obispado, con sus mejores inteligencias -lo cual implica que la inmensa mayoría sean mujeres- y él al frente, elabore un documento aclaratorio, y lo saque a la luz pública, donde conste hasta qué punto se conoce que las vacunas provienes de ensayos clínicos que tienen su origen en niños abortados e, incluso, alguna está compuesta de material genético proveniente del genocidio abortista, el mayor Holocausto conocido en la Historia de la Humanidad... ¡Hitler y Stalin fueron hermanitas de la caridad...!