viernes, 28 de mayo de 2021

CUANDO EL HOMBRE VALE MENOS QUE EL LOBO

 ESA SOCIEDAD ESTÁ LOCA.

Vivimos entre pandemias, las conocidas y la llegada de nuevas cepas con su alto índice de contagio, la Filomena acompañada de más galernas, la ley Trans, los disturbios de Cataluña, el paro, una economía por los suelos, contubernios en el Ejecutivo y un gobierno que vive cariacontecido y, por si fuéramos pocos, parió la abuela: llegó el lobo.

Ante una situación tan enrarecida uno se queda perplejo y confuso. Unos iluminados personajes desde sus ostentosos despachos del Ministerio o bien desde la vista que ilustra los Jardines del Retiro o del Museo del Prado o a la diosa de la tierra –Cibeles– legislan a su capricho y dicen que el cánido es una especie a proteger y semejante barbarie se ve protegida por ese grupo cicatero denominado ecologistas. A unos y otros les invitaría a vivir en las zonas donde las manadas en España pululan al libre albedrío para conocer su opinión en los mismos lugares antes de legislar, también que conecten con los lugares geográficos de España donde habitan estos voraces depredadores, ya me gustarían que pagaran a las comunidades más afectadas por los daños que inflige esta repugnante especie, véase por lo que respecta a Asturias como las Peñamelleras, alas de la provincia, Llanera, Sierra del Cuera, Onís, Amieva y muchos más, los concejos de la cuenca del Caudal, Mieres y su monte Llosorio, Aller, Riosa, Morcín, Lena, cuyos rebaños ven mermados año tras año y sin visos de solución, salvo el abandono que paulatinamente se va consolidando.

A la ministra Ribera con el tema de la descarbonización exprés que deja a Asturias sumida en la miseria, no le basta y ahora nos endosa con su voto favorable en la defensa del lobo, y qué decir del secretario de Medio Ambiente, el ínclito señor Hugo Morán, también incitando al mal, que presume de asturiano, exalcalde del concejo de Lena, donde se jacta de vivir.

El señor Hugo Morán vota en contra de los intereses de Asturias y de los ganaderos asturianos, entre ellos sus vecinos del concejo de Lena, pásmense ustedes. Quizá no se atreve a ir en contra de la decisión de la jefa. El que se mueve no sale en la foto, mejor el pasteleo para que no se acabe el chollo. Ok a todo y a seguir navegando en las procelosas aguas intoxicadas del socialismo.

Es digna de encomio la posición otorgada por el ministro de Agricultura, don Luis Planas, que con argumentos claros busca el equilibro entre los afectados y el despropósito de la Transición Ecológica.

Entre tanto continúa la polémica con criterios encontrados y, lo que es peor, el óbito de nuestra cabaña y que los sufridos ganaderos arrojen la toalla. Lamentable.

Glosamos la valentía de nuestro presidente Adrián Barbón al alinearse con los perjudicados, la Ministra aboga por aumentar el número de mercados para inundar de cánidos la piel de toro de nuestra querida España.

Ahora nos viene un nuevo zarpazo: golpe de mano del coletas, ya veremos con qué resultados. Un nuevo zarpazo a la ya maltrecha democracia.

A Asturias le arramblan la minería, la siderurgia, las térmicas y centrales y ahora la muerte de la ganadería y la agricultura. Aumentando el conflicto las restricciones en la hostelería, sometidas a mentiras, promesas y falsedades incumplidas, nos atragantan con la normalidad democrática, cambio de sexo o creación de sexo indefinido, como pretende la ministra de Igualdad, Irene Montero, esposa del indómito exvicepresidente Pablo Iglesias. Como dice la canción “dónde vamos a parar”. Igual es capaz de conseguir que la carrera por el desarrollo del nitrógeno no se lleve a cabo en el País Vasco.

Para terminar, la ministra Teresa Ribera ha ganado a pulso la declaración de personas non grata en Asturias. Cuidado que viene el lobo. Caótico.

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