¿PARA QUÉ PAGAMOS IMPUESTOS?

 PARA PAGAR FAVORES Y CHANCHULLOS.

La SEPI, un organismo del Gobierno, acaba de meter a tocateja en la caja de Plusultra, una aerolínea hispano-caraqueña que opera con un avión, cincuenta y tres millones de euros. Qué no se podría haber hecho con cincuenta y tres millones en Cañada Real, donde, al parecer, Isabelita Malasaña les cortó la corriente, dejando sin tele y sin agua caliente a niños y ancianos en plena borrasca "Filomena".

Con cincuenta y tres millones qué no podrían haber conseguido los equipos españoles que trabajan en condiciones tercermundistas en la investigación para la vacuna, que hasta se tienen que pagar de su bolsillo los ratones para las pruebas. Con cincuenta millones, nos explicó un economista en la tele, se podían haber reflotado mil empresas familiares (¡1.000!) devastadas por la pandemia.

Recaudar impuestos para financiar servicios públicos (sanidad, educación, seguridad...) es justo además de necesario. Recaudar impuestos para repartírselo arbitrariamente entre cuatro golfos es un saqueo y un escarnio. Un crimen perpetrado por un Gobierno con cuatro ministerios y una vicepresidencia comunistas, con sus centenares de secretarías de Estado, direcciones generales y asesores áulicos. Pablo Iglesias deja la Vicepresidencia con el pretexto de detener en Madrid a "la derecha delincuente y criminal".

No, Pablo, la delincuencia y el crimen los tienes en casa; sobre la conciencia los tendrías si la tuvieras. Eres delincuente y criminalmente solidario, por consentimiento, del saqueo de esos cincuenta y tres millones, del abandono de Cañada Real, del ultraje a la investigación, del naufragio de mil empresas familiares. Menos mal que sois comunistas, que de ser capitalistas...