Los republicanos ven avalado su apoyo a Sánchez y vencerían por primera vez.
El independentismo seguiría siendo mayoritario en Cataluña en caso de que se celebrasen ahora unos nuevos comicios autonómicos -con un importantísimo corrimiento de fuerzas hacia ERC en detrimento de Junts per Cataluña-, pero la posibilidad de conformarse una mayoría alternativa basada en el eje ideológico y no el nacional irrumpe con fuerza. Son las principales conclusiones que se desprende de la encuesta elaborada por GAD3 para ABC, en un sondeo que confirma que el secesionismo podría seguir gobernando en la comunidad pero ahora con ERC como fuerza hegemónica.
La estimación del voto en unos hipotéticos nuevos comicios y su traslación en escaños señalan que la estrategia de Esquerra de compatibilizar su apuesta por la mesa de diálogo y un independentismo que, sin renunciar al ejercicio de la unilateralidad si se dan las circunstancias, se reivindica como gradualista, recibe el apoyo mayoritario del electorado independentista, con un incremento del apoyo en sufragios del 21,4% de las elecciones de diciembre de 2017 al 28,1% en caso de celebrarse una nueva convocatoria. Este resultado le permitiría obtener una cómoda mayoría de 43 diputados frente a los 32 actuales, un avance notable pero que lo es aún más si se tiene en cuenta que ello implicaría, por primera vez, su victoria en unos comicios autonómicos, un hito que se sustenta en el retroceso de Junts per Catalunya, que caería más de seis puntos porcentuales respecto a las elecciones de 2017 (hasta el 15,4%), se quedaría con 24 escaños y vería como el electorado penaliza su apuesta unilateralista.
Arranque de la precampaña
La suma de ambos grupos (67 actas, una más que en la actualidad) se quedaría a un escaño de la mayoría absoluta (68 sobre un total de 135 diputados), con lo que seguiría siendo necesario el concurso de la CUP. El grupo antisistema pasaría de 4 a 6 diputados (ganaría cuatro décimas más de apoyo popular), y seguiría siendo decisivo, igual que en 2017, para decantar la mayoría del Parlamento de Cataluña a favor de las tesis independentistas, que en sufragios obtendría el 48,4% (ahora tiene el 47,6%). El sondeo, hecho a partir de 800 entrevistas entre el 21 y el 26 de febrero, no habría recogido, o al menos no de manera completa, la valoración tras la primera reunión de la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat y, sobre todo, la celebración el pasado sábado del mitin de Carles Puigdemont en Perpiñán (Francia), en lo que de hecho fue el arranque oficioso de la precampaña de las próximas autonómicas y un ataque frontal y directo a la estrategia de colaboración y apoyo de ERC al Gobierno de Pedro Sánchez.
Junto a la confirmación de que Cataluña está aún lejos de superar el mapa político instaurado con el llamado «procés», el sondeo de GAD3 confirma la posibilidad de que, más allá del eje independentista, se pudiese conformar en el Parlament una mayoría alternativa de izquierdas. Con el viento favorable que supone tener al PSOE al frente del Gobierno de España, el PSC pasaría a ser la segunda fuerza en el Parlament, con un resultado que le pondría incluso por delante del grupo ahora más numeroso de la cámara, JpC. Los de Miquel Iceta pasarían de 17 a 27 diputados (del 13.9 al 20,8% de los sufragios), un avance paralelo, aunque no de tanta magnitud, al de En Comú Podem, que ganaría dos actas (hasta lograr 10) y seis décimas más de apoyos (8,1%). Ambos resultados, junto a la rotunda victoria de ERC, darían a un hipotético tripartito de izquierdas una inédita, por lo amplio en los tiempos actuales, mayoría de 80 diputados en el Parlament.
Incluso si el PSC renunciase a esta posibilidad, confirmando la negativa expresada por sus dirigentes a integrarse en un gobierno liderado por ERC, la suma de ERC más los comunes, 53 diputados, aunque lejos de la mayoría absoluta podría ser políticamente viable con el apoyo externo de los socialistas catalanes. Esta nueva mayoría de izquierdas, obviamente, solo sería viable si ERC, de nuevo ante un dilema político, renunciase a sumar de nuevo con JpC, que a su vez debería decidir si le interesaría pasar a ser los segundos de un nuevo gobierno independentista, o rearmarse en la oposición como única fuerza secesionista tras la decantación de ERC por el eje ideológico frente al nacional.
El sondeo, por otra parte, confirma que el desplome político de Ciudadanos en el conjunto de España se traslada también a Cataluña, donde pasarían de ser la primera fuerza del Parlament (con 36 diputados y un porcentaje de voto del 25,4%) a ser la cuarta, con 12 actas y el 8,9% de los sufragios. El cataclismo electoral de Cs es proporcional al avance del PP, que pasaría de 4 a 9 diputados (del 4 al 7,2% de voto).
Sobre este escenario -en el que la suma de las formaciones lideradas por Lorena Roldán y Alejandro Fernández pasaría de 40 a 21 diputados-, la posibilidad de presentarse coaligados bajo la fórmula Cataluña Suma es apoyada de manera clara por los votantes de ambas formaciones: 78% de valoración positiva entre los populares, 56% entre los naranjas. La principal novedad del nuevo Parlament sería la irrupción de VOX con 4 actas (4,4% de votos).
CIUDADANOS PERDIO CASI TODO
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