jueves, 1 de agosto de 2019

COLISIÓN CONTRA UNA FAROLA José Ángel Miyares Valle


foto José Ángel Miyares Valle
 
EL MÓVIL, UN PELIGRO
Me crucé con una mamá que llevaba en una mano el carricoche del niño y con la otra iba  en caminando por la acera mirando la pantalla del teléfono y de pronto le salió a su encuentro una farola y se cayó del golpe que se dio, por un lado salió el niño en el cochecito sin control y por el otro el teléfono se golpeo con el suelo,  la tuve que ayudar a levantarse y tan sólo se había hecho un chinchón en la cabeza y me decía que  no se había percatado de la farola a lo qué le contesté que no necesitaba de  que me lo jurara, pues lo había visto pero no me dio tiempo a avisarla para que la librara.
Estos accidentes tontos se dan con mucha frecuencia por estar demasiado pendientes del teléfono y parece que  se ha convertido en un peligro, pues no somos capaces de apartar la mirada de la pantalla ni cuando vamos por la calle ni conduciendo un cochecito de un bebé. Algo malo nos está acorriendo que la droga de teléfono domina nuestra voluntad, seguridad y  la del que tenemos  a nuestro cargo, tengamos mucho cuidado, que vida sólo hay una.

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