jueves, 14 de febrero de 2019

LOS ENFERMOS MÁS GRAVES SE ENCUENTRAN EN LOS HOSPITALES PÚBLICOS.

Itzal (hija) y Rocio (madre) pasan consulta con las doctoras del programa Comik de medicina personalizada en cancer pediatrico en el hospital infantil de la Vall d'Hebron.

Los enfermos más graves se concentran en los hospitales públicos


Los problemas cardiovasculares son la primera causa de ingreso.

Casi cinco millones de ciudadanos (4.862.353) recibieron el alta en algún hospital de España en 2017, según los datos que ha publicado el INE. De ellos, 3,5 millones fueron atendidos en la sanidad pública, y 1,3 millones en la privada. Pero sus características no son homogéneas: la proporción de ingresos por cáncer o enfermedades cardiovasculares, las dos que más muertes causan (el 30% de las 400.000 anuales) es mayor en los centros que dependen de la sanidad pública, lo que indica que atienden, proporcionalmente, a más enfermos más graves y cuyo tratamiento es más costoso.
En concreto, las altas por ingresos cuya causa principal fueron los tumores suponen un 10,23% de las emitidas en la pública, frente a un 7,53% de la privada. Para las enfermedades cardiovasculares, la proporción es de 13,98% a 8,90%. Si se suma la tercera causa más frecuente de muerte, las enfermedades respiratorias, la proporción es de 37% a 26%. En resumen, los hospitales públicos dedican un tercio de su esfuerzo a los tres grupos de enfermedades más graves (que causan más defunciones), y los centros privados, un cuarto.
Los datos del INE solo permiten retroceder hasta 2011. Entonces hubo un 36,1% de ingresos por las tres patologías más mortales en la pública y el 26,8% en la privada. Una diferencia de 9,3 puntos. Esa relación bajó a 9 en 2013, pero desde entonces ha ido creciendo hasta los 10,8 puntos actuales, lo que indica que —siempre en proporción teniendo en cuenta que son sistemas de muy diferente tamaño y dotación de los centros sanitarios—, poco a poco, la pública va concentrando las patologías más graves (y más caras).
Hay otro grupo de dolencias, las del sistema digestivo, que causan muchos ingresos hospitalarios (son las segundas más frecuentes, con 604.000, solo por detrás de las enfermedades cardiovasculares). En este caso ambos sistemas dedican un esfuerzo similar (son el 12% de las altas).
Visto desde el extremo opuesto, los hospitales privados reciben muchos más casos de enfermedades musculoesqueléticas y del tejido conectivo (artritis, tendinitis, osteoporosis). Dieron en 2017 por este motivo el 12,7% de sus altas, frente al 5,2% de la pública. También dedica proporcionalmente más atención la privada a las enfermedades del aparato genitourinario, los ingresos por causas externas (accidentes, envenenamientos) y un genérico apartado de “factores que influyen en el estado de salud y contacto con los servicios sanitarios”, como personas con riesgo sanitario en potencia por sus antecedentes de enfermedades contagiosas o familiares, o quienes acuden por asuntos relacionados con la reproducción asistida.
En lo que no hay casi diferencia es en la estancia media por ingreso hospitalario. Esos casi cinco millones de personas ingresadas acumularon entre todos más de 36 millones de estancias. Los que fueron a un hospital público estuvieron en este 7,4 días de media; los que fueron a un privado, 7,8.
Algunos indicadores sanitarios tienen un comportamiento paradójico los años de crisis. En el corto plazo, las altas hospitalarias (y los ingresos) disminuyen. En 2017, hubo 10.449 por cada 100.000 habitantes, un poco más que en 2016 (10.430). Este indicador crece desde 2012, cuando llegó a su mínimo (9.909), después de bajar ininterrumpidamente desde los 10.260 de 2007.
Lo mismo sucedió con la mortalidad, y la causa, coinciden los expertos, es que durante las crisis hay menos accidentes de tráfico y laborales, y la población, aunque solo sea por ahorrar, tiene hábitos más saludables.
LOS HOSPITALES SON DEPRIMENTES Y  TE MAQUILLAN PARA ENVIARTE A CASA LO MÁS PRONTO POSIBLE

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