jueves, 18 de octubre de 2018

IGLESIAS TRATARÁ DE CONVENCER A JUNQUERAS DE QUE SÁNCHEZ EN MONCLOA FAVORECE LA LIBERTAD.

Iglesias tratará de convencer a Junqueras de que Sánchez en Moncloa favorece su libertad.

El PSOE, incómodo por el rol negociador de Podemos con los independentistas.

El Gobierno da carta de naturaleza al hecho de ceder a Pablo Iglesias el poder de negociar el apoyo de los independentistas a los Presupuestos Generales del Estado para 2019. En La Moncloa nadie se ha desvinculado de la reunión que el secretario general de Podemos mantendrá mañana viernes con el líder de ERC, Oriol Junqueras, en la prisión de Lledoners. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abandonaba ayer el Congreso de los Diputados en su ya tradicional carrera de cada miércoles contestando con un «buenos días» a las preguntas de si había enviado a Iglesias a pedir el apoyo de ERC a los Presupuestos. Tampoco quiso hacer valoraciones la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá. Sí lo hizo en la víspera la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, cuando aseguró que le «parece bien, en principio que todo el mundo pueda hablar con todo el mundo», y poniendo en valor que Junqueras tiene la posibilidad de «recibir y hablar con gente».
 
Desde Moncloa se evita, eso sí, asegurar que las agendas estén coordinadas o que tuvieran conocimiento previo de las intenciones de Iglesias. Pero en ningún momento se cuestiona la oportunidad de las mismas. Se deriva la negociación a los contactos que mantenga la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Pero el Gobierno no termina de estar cómodo con esa realidad. El ministro de Exteriores, Josep Borrell, sí que tuvo ayer que ser más claro y decir que Iglesias puede reunirse con Junqueras pero que si lo hace no podrá hablar «en nombre del Gobierno».
Y es que en el seno del PSOE estos contactos de Iglesias con el independentismo están generando incomodidad. Los más laxos ponen en valor que lo fundamental es sacar adelante los Presupuestos: «Esa imagen es un mal menor. Nos jugamos demasido en estos Presupuestos», manifiesta un dirigente de una de las grandes federaciones del PSOE. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, dejaba claro que «a mí no me representa» y que confiaba en que no acudiese a esa reunión ni en nombre del Gobierno ni en nombre del PSOE. También la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, criticaba ayer que Iglesias haya pasado de querer dar el sorpasso al PSOE «a querer aparecer como vicepresidente en la sombra».

Aviso a ERC


Esta posición es, en cambio, para el secretario general de Podemos bastante menos arriesgada que para el líder del Ejecutivo. El papel de «mediador» fue ejercido por primera vez por Pablo Iglesias para lograr los apoyos de la moción de censura que llevó a Sánchez a La Moncloa. De su éxito deviene la confianza en que consiga recabar el apoyo de ERC de cara a los Presupuestos. Cosa distinta es que vaya a ser fácil. El propio Iglesias anunció ayer en sus redes sociales que la visita a Junqueras se producirá mañana, y en el mensaje señaló las dos cuestiones fundamentales que marcarán su negociación con el líder independentista: presos y presupuestos. Dejó claro el líder de Podemos que él quiere a Junqueras fuera de prisión y que se deje de «judicializar» el conflicto; y avisó a los secesionistas: eso solo se puede conseguir si se mantiene «la mayoría de la moción de censura».
La advertencia no es casual ni preventiva. Es una respuesta a la actitud de los representantes de ERC en el Congreso durante estos últimos días, que no han escondido su enfado con el hecho de que desde Podemos se dé por prácticamente cerrado su apoyo al proyecto presupuestario, y que insisten en pedir que Sánchez inste públicamente a la Fiscalía a rectificar sus peticiones de condena para los acusados del «procés». «Si no hay movimientos con los presos, no habrá apoyo a los Presupuestos», deslizan desde el partido catalán, una posición de la que, aseguran, no se van a mover. Eso es lo que Junqueras le trasladará a Iglesias, según apuntó ayer el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardá. No es la primera vez que el secretario general de Podemos se reúne con líderes independentistas en la cárcel, ya lo hizo en junio con Jordi Cuixart y Jordi Sánchez. Desde el partido siempre han sacado pecho de que su actitud durante los momentos más tensos del conflicto catalán -defendiendo el derecho a decidir y criticando cuestiones como las cargas policiales durante el 1-O y el discurso del Rey- les ha otorgado el rol de único «interlocutor válido» a ojos de los partidos independentistas.
Pero el papel negociador de Iglesias no se quedará en ERC. El líder de Podemos anunció ayer su intención de reunirse con los portavoces del PDECat, el PNV y Compromís, grupos que el martes expresaron su malestar con el Gobierno y con la nula negociación de los Presupuestos -«estamos a cero grados», comentó Aitor Esteban. «El apoyo a los Presupuestos implica hablar con mucha gente», deslizó Iglesias.
NO SE QUÉ SE PUEDE PACTAR DESDE LA CÁRCEL.

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