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El agresor, un empresario que ha pasado a disposición judicial, embistió el coche de la víctima con un toro mecánico.
El empleado de 'El cobrador del frac' que el martes fue embestido en Villarrobledo (Albacete) con un toro mecánico industrial que manejaba un empresario moroso al que perseguía está ingresado en estado grave, aunque estable, con politraumatismos en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General de Albacete. Su agresor, un empresario del sector del aire acondicionado, ha pasado hoy a disposición judicial imputado por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa.
El herido, de 37 años y vecino de Las Torres de Cotillas (Murcia), llevaba un mes trabajando para la empresa 'El Cobrador del Frac', que ha decidido ejercer la acusación particular en este caso por los daños materiales -el coche del cobrador quedó destrozado- y físicos ocasionados. Así lo ha confirmado este miércoles el director del departamento jurídico de esta empresa, Manuel Merino, que ha expresado su preocupación por que el empleado pueda sufrir alguna complicación en su estado de salud después de haber sido intervenido quirúrgicamente por una fractura de pelvis. "Algún órgano vital puede haberse visto afectado", ha señalado el representante de esta empresa que ha dicho estar convencido de que el empresario moroso quiso matar a su cobrador.
De la misma opinión es el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Villarrobledo, Alfonso Blanco. Y es que el empresario moroso, que llevaba varios días sufriendo el acoso implacable del cobrador, ataviado con su frac y sombrero de copa, acudió el martes a una nave de alquiler de maquinaria industrial para hacerse con un toro mecánico. Minutos más tarde embestía contra el coche del cobrador. Éste tuvo tiempo a salir del vehículo pero no pudo escapar y quedó aprisionado entre el coche y la pared de una casa. "Si no se hubiese bajado del vehículo, estaría muerto, porque los dos asientos delanteros están sesgados por la mitad", relató el concejal de Seguridad, que conoce personalmente al agresor: "Es una persona normal, que se presupone que tiene dos dedos de frente y que jamás piensas que pueda hacer una cosa de este calibre".
El empresario deudor alegó a la Policía Local que habían fallado los frenos de la máquina elevadora pero los agentes comprobaron que no era cierto y que su intención había sido acabar con premeditación con la vida del cobrador "que desde hace días y a cada momento estaba dándole la lata para que pagara", según han relatado hoy testigos de lo ocurrido.
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