La parte contratante de la primera parte... No se asuste, sufrido consumidor. La famosa expresión de Groucho Marx en 'Una noche en la ópera' sólo sirve para resumir la compleja operación de facturar el consumo de electricidad en cualquier hogar o negocio. Desde 1997, han sido 50 el número de decretos que los sucesivos gobiernos han aprobado para desarrollar la liberalización del mercado energético. Sólo en los cinco años de crisis, 20 nuevas normas para evitar lo que ha sido imposible: que el precio de la luz haya aumentado un 63% en este periodo desde 2008. Ahora, el Ejecutivo da una nueva vuelta de tuerca a la legislación para evitar incrementos sustanciales en las facturas. Pero es difícil asegurar que lo que paga cada ciudadano vaya a obtener alguna alegría. Al menos, si el Ministerio de Industria no aclara aún más cómo se ajustará la nueva factura de la luz, que se pondrá en marcha el 1 de abril.
Para arrojar un poco más de luz a la factura que le llega cada dos meses a su casa es necesario aclarar previamente en qué consisten conceptos como «consumo de energía», «costes de peaje» e incluso los «impuestos».
CONSUMO DE ENERGÍA. No hay que confundir el consumo con el resto de factores que influyen en la electricidad de éste y cualquier otro país (transporte, tributos, etc.). Se trata de la parte que más cambios ha sufrido en los últimos años. Pero no es la que más impacto tiene en el importe final de su factura. Hasta ahora, el precio de la electricidad se calculaba en función de subastas en las que los agentes apostaban por cuál sería el precio medio de la energía en los tres meses siguientes. Es decir, a futuros, como en la bolsa. Y, en función de esas expectativas y de las coberturas del mercado, el coste energético era mayor o menor.
Para moderar este mercado, el Gobierno opta ahora por que los clientes paguen el kilovatio consumido en función de cómo cotiza éste en el mercado mayorista. Es decir, otra vez como en la Bolsa, pero en la modalidad de trading. El problema de este mercado es que supone una volatilidad extrema, dependiendo de dónde provenga la producción energética en cada momento del día. La meteorología (viento, lluvias, etc.), la estación del año (horas de luz al día) o consumo que realice (horas punta y valle) son algunos factores que determinarán, a partir de ahora, el coste de lo que consuma. Es decir, en un caso extremo, para lograr el máximo ahorro, habría que utilizar la luz durante las noches y en épocas de inclemencias meteorológicas.
COSTES DE PEAJE. Más allá del consumo, la mitad de su factura energética se destina a pagar los costes fijos, que incluyen gastos tan esenciales para que usted pueda encender la bombilla, como el transporte de la electricidad desde donde se genere (nucleares, pantanos, etc.) hasta su casa; el servicio que garantiza la interruptibilidad; o la posibilidad de que 3,5 millones de españoles (los de las islas más Ceuta y Melilla) también dispongan de energía.
COMENTARIO:
Se trata de gastar menos par pagar más, el impuesto es parecido al céntimo sanitario. Y la subida no va quedar ahí pues a lo largo del año aumentará sobre todo si suben el IVA al 23 %.Se trata de sangrar al que tiene algo para pagarse los asesores y la buena vida de los políticos todos nos hemos apretado el cinturón menos los gastos de políticos que han subido el 7%.
Es que no se trata de ahorrar, ni nadie pretende que se ahorre energía, sino de que las empresas eléctricas tengan una renta o sinecura a costa de la población, porque está en el poder el partido de los oligopolios y a los súbditos nos toca mantenerlos, como hasta el siglo XVIII se mantenía a los nobles a costa de los plebeyos.
ResponderEliminarPara entender porque sube la luz,
es necesario conocer lista políticos en eléctricas:
http://www.slideshare.net/fullscreen/Asamblea_Logrono/politica-energia15m/1