La Infanta podría llegar a juicio desimputada pero como “partícipe a título lucrativo”
Son escasas horas las que le quedan a la infanta Cristina para entrar en los juzgados de Palma y dar su versión de los hechos en el caso Nóos. Lleva semanas preparando el interrogatorio al que va a ser sometida por el juez José Castro, las acusaciones y el fiscal. La hija del Rey no se va a salir del discurso de que desconocía la procedencia ilícita del dinero obtenido por su marido, Iñaki Urdangarin, tesis por otro lado compartida por la Fiscalía Anticorrupción.
Son escasas horas las que le quedan a la infanta Cristina para entrar en los juzgados de Palma y dar su versión de los hechos en el caso Nóos. Lleva semanas preparando el interrogatorio al que va a ser sometida por el juez José Castro, las acusaciones y el fiscal. La hija del Rey no se va a salir del discurso de que desconocía la procedencia ilícita del dinero obtenido por su marido, Iñaki Urdangarin, tesis por otro lado compartida por la Fiscalía Anticorrupción.
Si se sigue esta línea, Cristina de Borbón podría llegar a juicio sin ser acusada de ningún delito, pero sí como partícipe a título lucrativo, cuya consecuencia directa es la devolución del dinero.
Castro tiene muy complicado procesar a la Infanta por un delito fiscal y por blanqueo de dinero cuando ni la Hacienda Pública ni la Agencia Tributaria defienden sus acusaciones. Es decir, en un proceso penal es muy complicado que se condene a una persona por no haber actuado correctamente ante Hacienda cuando esta tampoco cree que haya actuado ilícitamente, según apuntan diversas fuentes jurídicas.
Sin ningún tipo de apoyo más que las acusaciones populares, el horizonte penal de la Infanta podría acabar en la fase de instrucción. Sin embargo, su calvario no tiene por qué concluir ahí. La tesis de la Fiscalía es que la Infanta se ha podido lucrar con el dinero obtenido por su marido de manera ilegal, eso sí, desconociendo la procedencia delictiva de este. Urdangarin pudo transferir del Instituto Nóos a la sociedad Aizoon, que comparte al 50% con su mujer, cerca de 1,2 millones de euros, dinero obtenido de las Administraciones Públicas a través de la malversación de caudales públicos.
Si el tribunal que enjuicie a Urdangarin y su socio, Diego Torres, considera que cometieron esos delitos, se podría reclamar a la Infanta la devolución de la parte proporcional (en torno a los 600.000 euros) al tener la propiedad de la mitad de la empresa.
Para que un tribunal considere a alguien partícipe a título lucrativo se tienen que dar varias premisas. Una de ellas es no ser condenado penalmente por hechos relacionados y otra, desconocer la existencia del delito. Por tanto, para que la Infanta devuelva el dinero no puede ser condenada por el delito fiscal o el blanqueo por los que está ahora imputada, y tiene que quedar acreditado que ella desconocía que el capital que ingresaba su marido lo había obtenido de manera ilegal.
Por otra parte, esa es la tesis que han mantenido en todo momento la Fiscalía, la Infanta, su marido y el juez Castro hasta que cambió de criterio y sí consideró que la hija de los Reyes sabía a lo que se dedicaba Urdangarin.
Una figura legal para esposas de delincuentes
La figura del partícipe a título lucrativo tiene como objetivo, según diversa jurisprudencia, evitar que nadie se enriquezca gracias a la comisión de delitos de terceras personas. En otras palabras, falta el elemento intelectual. Se trata de un enriquecimiento injusto e indebido y, para evitarlo, el dinero o los bienes obtenidos gracias a este deben ser devueltos.
La infanta cristina e Iñaki Urdangarin el pasado mes de octubre (I.C.)Fuentes jurídicas explican que esta circunstancia se suele dar en esposas de narcotraficantes, políticos o empresarios a las que designan sus bienes para evitar que sean interceptados. Suelen proceder de delitos de blanqueo vinculados al narcotráfico o delitos económicos como malversación de caudales públicos, alzamiento de bienes o insolvencia punible.
Esta figura se aplica para evitar que el dinero de una estafa vaya a la cuenta corriente de la esposa del delincuente o que se ponga la casa a su nombre, entre otras muchas cosas. Si se dan estos supuestos, la mujer debe devolver todo el dinero y así recuperar, por lo menos, parte del capital extraído ilegalmente.
Fuentes del caso señalan que si la Infanta llega a esa situación no tendría que acudir personalmente al juicio, sino que podría ir un representante legal en su nombre para explicar la procedencia del dinero que ha utilizado en Aizoon. Si no puede dar una explicación plausible, tendrá que devolverlo. También tiene otra opción: pagarlo antes de llegar a juicio y dar por zanjada su pesadilla.
COMENTARIO:
Haber si llego a entender algo de esto que llaman Justicia y para todos igual, si la información que da este articulo es cierta, entonces significa que yo mando que roben un banco y después participo en el reparto de dicho robo, entonces estaría des imputado y solo seria que habría participado lucrativamente y no tendría ninguna clase de condena, pues adelante, porque esto al final va a crear jurisprudencia.
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