La Audiencia desdeña otra oferta del preso de colaborar más si deja la cárcel.
El extesorero del PP Luis Bárcenas trasladó, a mediados de julio, su intención de negociar, de buscar un pacto que le permitiera salir de la cárcel si aportaba más información y documentación sobre la supuesta financiación irregular del PP y los posibles delitos de blanqueo derivados de la misma. Su letrado, Javier Gómez de Liaño, contactó con algunas de las acusaciones apenas un mes después de la orden de ingreso en prisión, dictada el 28 de junio, tras un interrogatorio en el que solo ofreció una explicación “parcial, inconsistente y manifiestamente insuficiente” acerca de los trasvases de dinero desde sus cuentas suizas una vez estalló el caso Gürtel, en febrero de 2009.
Esas gestiones e intentos para alcanzar un acuerdo y salir de la cárcel a cambio de proporcionar información sobre otros dirigentes del PP se han intensificado en los últimos días, con la cercanía de las fiestas navideñas, aunque, de momento, no han fraguado.
Liaño remitió una carta al juez “como desmostración de la predisposición”
Tres han sido las vías exploradas por el entorno de Bárcenas para llevar a cabo sus maniobras: ante el propio juez Pablo Ruz -que instruye la causa-; ante algunas de las acusaciones personadas en el caso que, no obstante, han apoyado la permanencia del extesorero en prisión; y ante los Ministerios de Justicia e Interior, a través de un empresario de su confianza, según publicó ayer Interviú. Fuentes cercanas a la defensa de Bárcenas han negado, sin embargo, esta última posibilidad. En Interior también dicen no tener constancia de esas peticiones.
Bárcenas no quería pasar el verano en la prisión madrileña de Soto del Real pero aquellos intentos no maduraron y cuando Liaño pidió, a finales de julio, a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional la imposición de una fianza a cambio de la prisión incondicional, no encontró ningún apoyo y el tribunal mantuvo la encarcelación ante el riesgo de fuga y de destrucción de pruebas.
En septiembre, después de que se hicieran públicas unas imágenes del extesorero del PP en la cárcel y para dejar constancia de que su intención era firme, su abogado presentó ante el juez Pablo Ruz un escrito en el que exponía: “Como demostración de la predisposición del señor Bárcenas a colaborar al máximo en la instrucción del procedimiento y, por consiguiente, acreditar que, muy lejos de su ánimo está el hacer cualquier maniobra o acto encaminados a la ocultación, alteración o destrucción de fuentes de prueba” adjuntaba una misiva al gestor de Luis Bárcenas en Suiza para que “preste toda la colaboración” durante la visita que el propio Ruz iba a realizar en comisión judicial para recabar información.
Tampoco aquel intento surtió efecto y, finalmente, Gómez de Liaño, ni siquiera viajó a Berna (Suiza) alegando la imposibilidad de reunirse con su cliente en Soto del Real sin mampara de seguridad lo que, según argumentó, le impedía preparar, de forma adecuada, la declaración de la gestora de cuentas a la que se iba a interrogar.
Este pasado noviembre, el mismo abogado, Javier Gómez de Liaño, volvió a presentar un escrito en el que reclamaba la excarcelación de Bárcenas. El juez Ruz volvió a negarse y la petición pasó a la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. En la vista sobre ese asunto, este pasado 19 de diciembre, la defensa del extesorero quiso dejar aún más clara la intención de su cliente de llegar a un acuerdo. Tal como recoge el auto de la sala, que le denegó la libertad la semana pasada, Liaño expuso, como uno de los argumentos a favor de su excarcelación, que “si su cliente no ha aportado más información es debido a su actual situación de prisión” y que, en caso contrario, es decir, si fuera excarcelado, esa información “sería más precisa”.
De la respuesta de la sala a la oferta de Liaño se deduce su escasa aceptación: “La situación de prisión no ha de mermar en modo alguno la colaboración del imputado que atribuye no poder efectuarla a la restricción de su libertad”.
El desdén fue más allá al apuntar que “en modo alguno se comparte que una cosa lleve a la otra, pues la práctica judicial diaria ha puesto de manifiesto que no es así” y echa una reprimenda al apuntar que “cuando una persona se ve inmersa en un proceso penal solo tiene que trasladar al juzgado la petición de cuantas diligencias entienda han de obrar, lo que abarca cualquier documentación por extensa que sea y cualquiera que sea donde se pueda localizar”.
Por si de esa oferta reciente de Liaño se pudiera desprender que, de forma pseudo oficial, sin mediadores, Bárcenas estuviera intentando negociar información a cambio de salir de la cárcel, la sala de la Audiencia Nacional sí quiso aclarar que entendía esas palabras solo por las dicultades de volumen o localización para aportar la documentación porque “de no ser este el enfoque que quiso transmitir la defensa del imputado, no se entiende este alegato”.
El hecho es que Luis Bárcenas parece ofrecer información sobre la pieza separada del caso Gürtel, que comenzó con la investigación de su contabilidad manuscrita, mientras que la orden de ingreso en prisión se dictó como parte de la pieza principal, que investiga la trama corrupta dirigida por Francisco Correa y todas sus derivadas.
El extesorero tiene poca capacidad de maniobra sobre ningún cambio en la posición de la fiscalía ni de las fiscales que llevan la causa, ya que fue el ministerio público el que pidió su ingreso en prisión de forma incondicional, pese a que la formuló como reacción al anuncio de una de las acusaciones, la de la Asociación de Abogados Demócratas (Adade), de pedir su ingreso en prisión solo en el caso de que no atendiera la fianza que el juez considerara oportuna. Pero las fiscales que llevan el caso han sido coherentes en sus planteamientos y, tras esa petición de cárcel, un cambio de posición sería difícil de explicar. Y con un amplio coste social y judicial.
“La prisión no ha de mermar la colaboración”, dice la Audiencia
Además, la sala sostiene que es “por el buen hacer del juzgado” que se esté incrementando el “material probatorio”, con lo que resta interés y consideración a los documentos que el propio Bárcenas ha aportado en sus declaraciones y a través de su letrado. Así, señala que, hasta el momento, la colaboración que alega el extesorero del PP para salir de la cárcel ha sido “puntual” y reprocha, por ejemplo, que el ahora preso nunca ha ofrecido datos que permitan desvelar quién está detrás de las cuentas Obispado, Ranke y Rosalía, abiertas en Suiza. Luis Bárcenas tampoco ha desvelado detalles sobre las cuentas abiertas en Nassau (Bahamas) ni sobre los inversores de los que percibió comisiones por la mediación en negocios que, según dijo, fueron el origen de los ingresos en sus cuentas suizas.
“Si lo que pretende es pasar de imputado a testigo protegido, eso es algo tan alejado de la realidad que no se ve ni en las películas”, han señalado fuentes del caso que, sin embargo, no descartan que se estén dando “mecanismos de colaboración” pero, de momento, desde la cárcel. Parte de la documentación que el extesorero podría estar en disposición de aportar no es solo referida a su defensa sino también relativa a empresarios.
Mientras, el juez Ruz sigue con la investigación de la pieza principal del caso Gürtel y ha solicitado a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), la Intervención General del Estado y la Agencia Tributaria la presentación de un total de diez informes de conclusiones en los que se detalle la actividad que desarrollaba la organización de Francisco Correa y los contratos que realizó con varias administraciones públicas, entre ellas la Comunidad de Madrid. A fin de “agilizar la instrucción”, Ruz no solo reclama los informes sino que pone fechas de entrega, entre el 31 de diciembre y el 15 de febrero.
COMENTARIO:
¡Son como niños...! con caramelo lo canto todo, de no ser así seguiré encubriendo... y nosotros tan contentos, estas cosas pasan en España, en otros lugares de muy probada tradición democrática no se atrevería....., luego nos quejamos y ahí queda el asunto.
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