lunes, 18 de marzo de 2013

RUSIA DICE QUE LA QUITA A LOS AHORROS DE LOS CHIPRIOTAS ES UN ROBO MANIFIESTO


Putin critica el rescate de Chipre por “peligroso, injusto y no profesional”

El Gobierno de Rusia revisará las condiciones de la ayuda concedida a Nicosia desde Moscú

La quita "se asemeja a una simple confiscación de dinero ajeno", denuncia Medvédev

Las empresas de origen ruso en la isla también tienen vínculos con empresas del Estado

El presidente de Rusia,Vladímir Putin, considera que la decisión de imponer cargas fiscales sobre los depósitos en Chipre es “peligrosa” e “injusta” además de “no profesional”. Con estos adjetivos, enumerados por el secretario de prensa del jefe del Estado, Dmitri Peskov, el Kremlin ha trazado la línea a seguir por los representantes de la administración rusa. "No andaremos con rodeos, esto (la quita o el impuesto aplicado a los depósitos) se asemeja a una simple confiscación de dinero ajeno", declaró, por su parte, el primer ministro, Dmitri Medvédev, tras señalar que la idea le parecía extraña y le recordaba mecanismos de la Unión Soviética. Además, anunció correcciones en la política rusa hacia Chipre.
En opinión de expertos en el sistema financiero europeo, que calificaron de “valientes” y “consecuentes” los esfuerzos de Bruselas para luchar contra los paraísos fiscales y el lavado de dinero, se trata de una reacción politizada del Kremlin.
Chipre encabeza las listas de países inversores en la economía rusa, ya que de aquel paraíso fiscal retornan a Rusia —oficialmente como “chipriotas”— capitales que han sido previamente expatriados por personas físicas y jurídicas rusas. Las empresas de origen ruso localizadas en paraísos fiscales como Chipre no pertenecen solo al sector privado, sino que están vinculadas también con las grandes compañías del Estado.
El mantenimiento de cuentas y sedes en paraísos fiscales no está prohibido por la legislación rusa, ni siquiera ahora cuando el Kremlinaparenta luchar denonadamente contra la corrupción que asusta a los inversores forasteros y desborda los costes de proyectos como la villa olímpica de Sochi. En el pasado, la domiciliación empresarial y de capitales rusos en el extranjero se justificaba alegando el escaso desarrollo de los instrumentos financieros en la joven Rusia poscomunista. Actualmente, sin embargo, más allá de la opacidad de las estructuras de propiedad de las empresas rusas, es difícil encontrar argumentos verosímiles que justifiquen el entramado de compañías y cuentas de origen ruso en Chipre. Según cifras manejadas por los medios de Moscú, cerca de 20.000 millones de euros de depósitos en Chipre pertenecen a rusos, que pueden perder cerca de 2000 millones de euros si la decisión fiscal anticrisis recomendada por el Eurogrupo entra en vigor.

La situación en Chipre será sin duda uno de los grandes temas discusión en la cumbre entre la Unión Europea y Rusia en Moscú el 21 y el 22 de este mes. A la capital rusa acude el jefe de la Comisión, José Manuel Barroso, y 16 comisarios que se entrevistarán con los responsables rusos de sus respectivos sectores.Según Peskov, Putin debatió esta lunes sobre la situación económica en la Unión Europea con los cargos de la administración, consejeros y ayudantes a cargo de los temas económicos. “En este contexto, valorando la posible decisión de aplicar en Chipre un impuesto extra sobre los depósitos bancarios, Putin dijo que esta decisión, de tomarse, será injusta, no profesional y peligrosa”, afirmó Peskov.
Por su parte, el ministro de Finanzas ruso, Antón Siluanov, manifestó a Interfax que la decisión puede influir en la posición de Rusia a la hora de reestructurar la deuda de Chipre. El ministro subrayó que Rusia no había participado en la decisión de introducir un impuesto sobre los depósitos, pese a que se había puesto de acuerdo con los países de la Unión Europea y Chipre para adoptar medidas consensuadas de apoyo y reestructurar la deuda. El ministro añadió que Rusia revisará su participación en el programa de ayuda a Chipre “teniendo en cuenta la situación existente”. Para este lunes estaba previsto el inicio de conversaciones sobre el crédito de 2.500 millones de euros que Rusia concedió a Chipre en 2011 por 4,5 años al 4,5% anual. Nicosia quiere una reducción de los intereses (al 1,5%-2%) y una prorroga de cinco años de los plazos de amortización.
A su vez, el consorcio Gazprom, controlado por el Estado ruso, desmintió la información de origen chipriota, según las cuales el monopolio de la exportación de gas de Rusia ayudaría a Chipre a cambio del control de los hidrocarburos descubiertos en sus costas. En la bolsa rusa, las acciones de las compañías rusas bajaron.

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