viernes, 30 de mayo de 2025

PRIMERO SER MAESTROS.

 Ante la situación de la educación asturiana y la carta enviada a este mismo periódico por la consejera de Educación el pasado 25 de mayo, no puedo por menos que manifestar mi descontento y desilusión.

Doña Lydia Espina, veo que no te has enterado de nada, y eso que presumes de que has sido, eres y siempre serás una docente. Mentira, no dudo que lo hayas sido, pero ahora eres un instrumento más de la política a la que solo le importan los votos y mantenerse en el cargo, y presiento que así seguirá siendo. No está mal, es una profesión que has elegido y un cargo que has aceptado, y hasta ahí estupendo, pero que enarboles tu labor docente para decir lo orgullosa que estás de todos los logros políticos que has conseguido para los docentes asturianos, citando logros que todavía no se han implantado, dice bastante de tu labor en la Consejería.

Los maestros/as queremos trabajar, y queremos que nos dejéis hacerlo, pero queremos trabajar de lo que sabemos, de lo que nos compete y de lo que significa ser maestros/as. Poco a poco habéis ido asignándonos tareas de monitores de tiempo libre (que es lo que nos consideráis), de administrativos, y convertido la escuela en un "Aparcaniños", en "Albergues infantiles"... Sí, así es, lugares donde solo importa que los chicos/as estén recogidos todo el tiempo posible, quitando a los conocimientos y aprendizajes el lugar que les corresponde y con ello desacreditando la labor de los maestros/as. Por eso, nuestra tarea como agentes educativos se va deteriorando y desprestigiando cada minuto un poco más. La gran mayoría de mis compañeros/as y yo misma sí que hemos sido maestros/as, lo seguimos siendo y queremos seguir siéndolo, pero con todas las zancadillas que nos estáis poniendo cada vez es más difícil, complicado y desilusionante.

La escuela asturiana sale adelante por todo el trabajo y saber hacer de los maestros, a lo que podemos añadir trabajo en su horario personal, aportaciones económicas propias, dejar su propia conciliación familiar en segundo plano para que otros concilien... Ya no podemos más, y esta es la realidad.

No estamos reivindicando una hora menos, estamos reivindicando una enseñanza pública de calidad y un respeto a nuestra labor docente, y, sobre todo, que nos dejen hacer nuestro trabajo de maestros/as.

No hay comentarios:

Publicar un comentario