lunes, 6 de enero de 2025

SOLO MENTIRAS

 En las últimas fechas, distintos miembros Gobierno, con su presidente a la cabeza, han venido aireando el magnífico desempeño de la economía durante el recién terminado 2024, que, según la mayoría de los pronósticos más actualizados, ha terminado con un crecimiento interanual del PIB real superior al 3%, aunque más del 10% de la población activa seguía en el paro.

Si bien nadie puede arrogarse en exclusividad este buen resultado en la generación de riqueza, debe recalcarse que el grueso del mérito ha de atribuirse a los agentes productivos, en especial empresarios y trabajadores, sin que ello suponga negar la contribución de la Administración central, que, curiosamente, no se ha sustentado en unos Presupuestos Generales del Estado específicos del ejercicio, ya que han estado prorrogados los aprobados para 2023.

Pese a la buena marcha de la economía durante el año pasado, en lo que atañe a las cuentas públicas, cuya responsabilidad exclusiva recae en las Administraciones Públicas, la situación es algo decepcionante.

Tras hacerse públicos por la Intervención General de la Administración del Estado los datos correspondientes al tercer trimestre de 2024, nos encontramos con que, en términos absolutos, el déficit acumulado hasta septiembre por el conjunto de las Administraciones Públicas asciende a 24.246 millones, siendo inferior al logrado en el mismo periodo del año 2023 en solo 2.914 millones, aun contando con la recuperación de una nada despreciable cantidad de recursos destinados al "rescate bancario" (476 millones).

En comparación con los registros de los tres primeros trimestres de 2023, los ingresos aumentaron en 29.641 millones, de los que más de un 60% tuvieron su origen en impuestos, y los gastos crecieron en 26.727 millones, siendo el destino más importante (algo más de la mitad) las prestaciones sociales, de los que 3.266 millones obedecen a más intereses por la deuda pública.

Salvo sorpresa, en los datos del último trimestre de 2024, puede darse por hecho que:

a) no se conseguirá un déficit público igual o inferior al 3% de PIB nominal, como ya ha reconocido el Banco de España quien prevé que quedará en el 3,4%

b) se incumplirá el requerimiento del Consejo de la UE de limitar el crecimiento interanual del gasto neto primario financiado a nivel nacional a no más del 2,6%, como ya tiene asumido la Comisión Europea quien estima que se eleve al 3,8%

A mi juicio, un aspecto positivo de las cuentas públicas de 2024 es que satisfarán la exigencia fijada por las normas fiscales reformadas de la UE de que el déficit primario estructural se reduzca, al haber optado nuestro país por un periodo de ajuste presupuestario de siete años, en al menos un 0,25% del PIB.

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