miércoles, 25 de septiembre de 2024

LA GRAN MENTIRA: "AHORA SE VIVE MEJOR"

 ¿Ustedes creen que hemos progresado y evolucionado a mejor? Si analizan bien su pasado comparándolo con el presente, verán que, a pesar de los avances tecnológicos (la inteligencia artificial, el diseño 3D, la realidad virtual, el metaverso, la automatización, la biotecnología, la nanotecnología, el 5G, la nube, la ciberseguridad y el análisis predictivo), qué decir del procesamiento de datos por tecnología avanzada, la digitalización. Tenemos ramas de ingeniería informática donde entre hardware y software pensábamos que la vida y la economía estaban aseguradas y facilitadas. Pues no, se informatizó y digitalizó todo, la tecnología domina la realidad virtual, pero me temo que la realidad del cada día, la real, se complicó más.

Es tal la velocidad que dimos a esa realidad tecnológica que se nos escapa de las manos, ya la experiencia sin reciclaje, sin estar al día, no existe. Lo que hoy es mañana queda obsoleto. Lo que sabemos hoy para mañana puede que no valga para nada.

Luego están las personas que por edad ya no pueden ponerse al día, su mente no puede asimilar tanta inteligencia artificial, tanta automatización, tanto robot. Solo por el simple hecho de entenderse por teléfono con compañías telefónicas, con las administraciones, con los bancos... Para cualquier trámite, te encontrarás con interlocutores automatizados, máquinas que suplen a las personas.

Para todo será: marque uno si viene, marque dos si va, marque tres si se queda, marque cuatro si... Cuando va por el tres, te preguntas si eres idiota o te toman por idiota.

Saben qué, eso no es avance, es una gilipollez más de la modernidad. Incluso hasta las teleoperadoras tienen un protocolo obligado de manipulación al cliente, ya no te puedes fiar de nadie.

Para los bancos ocurre lo mismo, ya el cliente es un estorbo, el cajero automático su única posibilidad. Recibos, pagos, créditos... Ya no existen aquellos profesionales de la banca que te recibían y atendían con sumo placer. Ahora, si vas sin cita, a pesar de estar sin nadie al que atender te dan para otro día. Lo de las compañías telefónicas es de locos. Las compañías de seguros y eléctricas van por lo mismo. Ya hasta para conectar con tu compañía de seguros para emergencia de accidente es como dificultoso, antes todos sabían dónde llamar y ser atendidos.

Las administraciones, para lo que sea, es con cita previa y espera de días, sino de meses y años por resolución de valoración de dependencia e invalidez, ahora discapacidad, para cobrarlo más tiempo. Para trámite y cobrar la primera pensión, para todo. Incluso cualquier papeleo sobre construcción, reparación o compra de vivienda, eso sí, a impuestos te crujen sin demora. Y no son para mejorar nuestros servicios públicos, que, como vemos cada día, van a peor, nada funciona, se implantó la pachorra, el cuele, la paridad, la cremallera, el estar sin mérito, el todo el mundo es bueno e igual. La no exigencia.

Qué decir de la sanidad pública, incluso privada, ya no sabes cuándo será solucionada tu preocupante enfermedad. Listas de espera de escándalo para verte un especialista, para pruebas y operaciones. Hasta el médico de cabecera se hace esperar. De verdad, ¿estamos mejor que hace 30 o 40 años?

Antes, con un sueldo en casa se pagaba una hipoteca, el crédito del coche, las matrículas de los niños, se iba de vacaciones y algunos hasta ahorraban. Ahora, ni hipoteca, dos sueldos no dan para pagar el alquiler de la vivienda, los coches cada vez más imposibles, ya no es un articulo necesario, es un lujo. La cesta de la compra por las nubes.

Si hablamos de seguridad ciudadana, ni te cuento; antes salías a las tres de la mañana de la discoteca y no tenías miedo a ser agredido, robado, violada... Antes una pareja con tricornio con una escopeta que jamás usaron ponían respeto allí donde estuvieran. Hablo en democracia. Ahora ni respetan a policías, padres, profesores... Quitaron la autoridad a todos por esa política de buenismo populista implantada por políticos nefastos cargados de demagogia. Quitaron de la enseñanza la disciplina, el esfuerzo, la meritocracia, el respeto por la autoridad, por los mayores, por los demás... No todos somos iguales, como se quiere hacer ver. Los valores deben volver a prevalecer.

Antes se te estropeaba un electrodoméstico, un grifo, el tejado de la casa, la luz, el coche... Había profesionales del ramo a mano para reparar todo casi en el momento. Ahora no sabes dónde acudir. Eso sí, políticos tenemos a repartir. Luego, como para echarlos, es el único trabajo seguro y bien remunerado, dos legislaturas y tienes la vida resuelta, trabajas 40 años y no logras ahorrar un duro. Luego dicen que están poco pagados. Vean a Irene Montero y Pablo Iglesias, unos pocos años y a vivir de engañar a cándidas mujeres que les creyeron ese mundo yupi donde todo el mundo es excelente, donde todos deben cobrar igual, ocupar los mismos cargos y vivir sin esfuerzo, obligaciones y llegar allí donde no podrían llegar por ellos mismos.

Pedro, vean su proceder, lo que prometía antes, lo que hizo después y lo que está dispuesto a seguir haciendo con tal de seguir en el poder. Aquí, el más tonto se hace político, solo echarle mucho morro, aguantar críticas, ya cansarán, y a seguir rucando.

Han encarecido la vida hasta hacerla imposible para el 80%, la gente mayor queda fuera de este mundo virtual y egoísta. Eso sí, los perros, osos, lobos... ni tocarlos, pero a los ancianos que les den.

Han desfigurado profesiones tan respetadas y necesarias como el periodismo, ya no se vende un periódico. Quieren que los profesionales dependan del poder para tenerlos cogidos por los cataplines.

A los jueces y medios incómodos los señalan. En los organismos de control (Fiscalía, Audiencia, Abogacía del Estado, Constitucional, Consejo del Poder Judicial, Tribunal de Cuentas, Banco de España, Defensor del Pueblo, consejos de administración varios...) va Sánchez posicionando amigos al frente para perpetuarse en el poder.

¿Qué funciona en este santo país mejor que hace 30 años? Yo se lo digo: la vida del político. El resto, para peor por mucho avance que tengamos el placer de padecer. Nunca antaño se necesitó ir acarreando el teléfono con nosotros, nunca hizo falta internet para ser feliz y saber, es más, creo que, a pesar de ser una fuente de información instantánea, las enciclopedias olían a saber de quien las consultaba, la Wikipedia huele a ignorancia de quienes la usamos.

La gente no es feliz, no ríe, no canta, no baila ni se divierte; disfruta sola detrás de una pantallita. Así como la estupidez disfruta de sí misma.

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