El aspecto económico es algo que preocupa en gran manera a todas las familias, y también a los jóvenes, los cuales cada vez tienen más difícil poder independizarse a una temprana edad y poder formar una familia.
Esto está conduciendo a otro problema que afecta a toda Europa: la baja natalidad actual. Este es el principal problema que solucionar de cara a las generaciones futuras.
En España, en apenas 50 años la tasa de natalidad se ha reducido a la mitad, pasando de 2,65 hijos por familia a 1,19. Pero en Europa los números tampoco son mucho mejores.
Quizá no ahora, pero en unos años esta baja natalidad puede suponer un problema muy grande para las generaciones futuras. Si las cifras actuales se mantienen, la población española y europea se vería reducida a la mitad. Además, esta bajada de los nacimientos causaría un gran problema económico, debido a que la cantidad de personas en edad de jubilación sería mucho mayor que la cantidad de personas en edad laboral.
Todo parece un círculo vicioso en el que, si no existe una buena economía, las familias no pueden tener hijos, lo cual también afectará negativamente a la economía. Por lo tanto, habría que tener en cuenta este problema si no queremos que pase de posibilidad a realidad.
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