Begoña Gómez, gran protagonista de la cena en el Museo del Prado con los líderes de la OTAN
La mujer de Pedro Sánchez acaparó todas las miradas con un diseño rojo firmado, una vez más, por Marcos Luengo
Pedro Sánchez y Begoña Gómez tomaban el relevo de los Reyes Felipe y Letizia como anfitriones de la segunda cena celebrada en el marco de la cumbre de la OTAN. En este caso, una gran velada celebrada en el Museo del Prado que comenzaba con una visita privada previa de los grandes líderes mundiales y sus acompañantes. Una vez más y siguiendo la pauta de la noche anterior, no se trató de una cena de gala, por lo que el 'dress code' podía ser algo más relajado. Ellos volvieron a apostar por trajes oscuros con corbata, mientras que las asistentes femeninas lo hicieron en su gran mayoría por vestidos cóctel o trajes de chaqueta.
Begoña y su apuesta por el 'made in Spain'
La esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez se convertía sin duda en el foco de todas las miradas con un espectacular diseño, apostando una vez más por apostar la moda nacional y el gran talento de los diseñadores españoles.
Se trataba en esta ocasión de un vestido de color rojo, con escote asimétrico y largo midi, que habría sido hecho a medida por el diseñador asturiano Marcos Luengo, el mismo por el que optó para la cena anterior celebrada en el Palacio Real con el que sin duda también causó sensación.
Un diseño muy favorecedor gracias al movimiento de la falda y al escote que dejaba un hombro al descubierto, con el que Begoña puso la nota de color p or los pasillos del Museo del Prado. El pelo ondulado y suelo y unos zapatos de salón en color nude, complementaron su estilismo.
Entre el resto de asistentes, Brigitte Macron, la esposa del presidente francés; Annik Penders, mujer del primer ministro belga o las nietas de Joe Biden, son algunas de las asistentas que también han hecho notar su estilo con estilismos muy dispares.
Por un lado, Brigitte Macron volvió a apostar por el color azul con un vestido muy similar al que ya le vimos la noche anterior. La primera dama francesa paseó por los pasillos del Museo charlado con Annik Pender, quien apostó por un vestido de base negra con estampado floral en color verde. Por su parte, Finnegan y Maisy, quienes han acompañado a su abuelo en ausencia de Jill Biden, que por motivos de agenda ha tenido que viajar de vuelta antes, volvieron a captar las miradas con estilismos algo más elegantes de los que han lucido en las anteriores jornadas, en este caso con traje blanco y vestido azul con estampado floral.
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